Existen pocos debates con posiciones tan previsibles y rocosas como el del aborto. Los argumentos antropológicos, morales o médicos se pierden con frecuencia en el fondo de una sociedad adormecida por sus propios hábitos. Por ello, las mejores razones en favor de la vida hay que buscarlas muchas veces en quirófanos, farmacias, puerta de una clínica abortista o en el cuarto de estar de una familia que afronta un embarazo inesperado. 

1.      Han pasado 19 años desde que aborté y todavía lloro por aquel hijo.

Madre que abortó

 2.      El embrión y la madre mantienen una comunicación desde el primer día.

Catedrática de Bioquímica Biología Molecular.

 3.      Lo único que necesitaba aquella mujer era alguien que le ayudase, y bastó conmigo: un cualquiera de 21 años.

Voluntario provida

 4.      Estaba operando a una embarazada de veinte semanas y la niña tuvo fuerza suficiente como para darme una patada en la mano.

Ginecólogo

 5.      Decidimos que íbamos a dar a nuestros clientes argumentos comprensibles, y que les íbamos a sugerir otras alternativas.

Farmacéutica

 6.      Enseñé una ecografía de pocas semanas a quienes me habían aconsejado abortar, pero no quisieron verla.

Madre soltera

 7.      En un Estado de Derecho, la personalidad de cualquier “viviente humano” no debe otorgarse arbitrariamente sino protegerse respetuosamente.

Catedrático de Derecho Romano

 8.      Cuando rompió a llorar, supimos que la vida que latía en su interior estaba salvada.

Voluntaria Provida

 9.      Alex nos ha enseñado a ser mejores personas, a ver la vida como nunca antes la habíamos imaginado.

Madre de un niño con síndrome de Down

10.  No hay nada que enriquezca tanto la vida como tus hijos: tú cambias y evolucionas con ellos.

Madre de una niña con síndrome de Down

 11.  Quizás tardemos en verlo, como tardamos en ver la abolición de la esclavitud, pero ambas coyunturas están en juego qué significa “ser humano”.

Profesor de Filosofía

 12.  La paradoja es brutal: la más refinada cultura de los Derechos Humanos convive hoy con la mayor matanza de la Historia.

Profesor de Sociología  

La crispación creciente de los sectores abortistas no es suficiente para ocultar que el aborto es un grave problema moral, social y jurídico, pues la premisa en que se basa “la negación del derecho del feto a vivir en caso de conflictos con otros bienes jurídicos de la madre, es inconciliable con la naturaleza humana del nasciturus desde su concepción“.

Es necesario que este clima de opinión pública que se conforma de manera continua  desemboque continuamente en un amplio debate y salto de las calles, desde los informativos y, entretanto, fuerce a las administraciones públicas y a la Fiscalía General del Estado a desarrollar un estricto control de los requisitos previstos para los supuestos de aborto despenalizados. Cada día que pasa son decenas los seres humanos que mueren en España en medio de la pasividad. 

Es una lástima que tanta buena gente esté en partidos políticos que aprueban y se jactan de ir en contra de la vida. Ahora mismo, en las elecciones andaluzas y más tarde en las Nacionales, el Partido Popular de España, enarbola la bandera del “NO A LA VIDA”. ¿Tan cenutrios somos?

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