El presidente Joe Biden, cuya toma de posesión se suponía que anunciaría un retorno a la estima internacional por Estados Unidos, ha sido criticado como "inútil y desagradable" por uno de los principales periódicos de Gran Bretaña.

The Telegraph, cercano al partido conservador (tory) gobernante de Gran Bretaña y el periódico más vendido del país, publicó un artículo de la editora asociada Camilla Tominey que sugiere que "las cualidades de Biden para la Oficina Oval son casi inexistentes".

Liderando al recordar la supuesta advertencia de Barack Obama de que el Partido Demócrata "[no] debería subestimar la capacidad de Joe para las cosas" mientras competía por ser nominado como su candidato presidencial en 2020, Tominey dijo que el tiempo de Biden en el cargo había demostrado exactamente por qué su exjefe pudo haber tenido dudas sobre darle el puesto principal.

 "Desde perder su tren de pensamiento a mitad de la oración hasta olvidar que una de sus propias congresistas había muerto en un accidente automovilístico, el hombre de 79 años apenas ha demostrado ser la respuesta a la crisis de confianza de Estados Unidos", sugirió.

Sin embargo, Tominey no parecía dispuesto a culpar a todos los problemas del líder estadounidense por su edad, sugiriendo que sus acciones en el cargo mostraban que tenía "un lado bastante desagradable", citando su denuncia de los republicanos de MAGA como "semifascistas" y su desaire a la British Broadcasting Corporation (BBC) con las palabras "Soy irlandés" poco después de las elecciones de 2020.

"Estos no son los sentimientos de un político 'progresista', sino los desvaríos de un anciano intolerante y atascado en sus caminos que no puede soportar a nadie que no esté de acuerdo con él", observó Tominey.

A pesar de sus credenciales de tendencia derechista, The Telegraph no debe confundirse con un enemigo natural de los demócratas estadounidenses; de hecho, la principal crítica de Tominey a los groseros comentarios de Biden de "Nadie se jode con un Biden" en Fort Myers Beach, Florida, recientemente es que fueron "trumpescos".

El periódico también está lejos de ser socialmente conservador, impulsando repetidamente un artículo que alienta a los esposos a dejar que sus esposas los agarren como regalo de Navidad, por ejemplo, y elogiando extrañamente a Cuties de Netflix como una reprimenda a "una edad aterrorizada por la sexualidad infantil".

 El hecho de que incluso esos medios conservadores solo de nombre se estén volviendo ahora contra un presidente cuya entrada a la Casa Blanca fue aclamada por el igualmente conservador ex primer ministro Boris Johnson como un "soplo de aire fresco" da alguna indicación de hasta dónde ha llegado su posición.

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