El CEO de Pfizer, Albert Bourla, el año pasado en el Atlantic Council, llamó «criminales» a las personas que difunden información errónea sobre la vacuna COVID-19, en sus llamados a la censura de la información errónea en línea.

Sin embargo, este año, el propio Dr. Bourla es considerado responsable por el regulador farmacéutico del Reino Unido de hacer declaraciones «engañosas» sobre la vacunación de los niños.

 En diciembre pasado, en una entrevista con la BBC, el Dr. Bourla dijo que «no hay duda en mi mente de que los beneficios, completamente, están a favor» de vacunar a los niños entre las edades de cinco y 11 años.

Continuó diciendo que «Covid en las escuelas está prosperando».

«Esto es preocupante, significativamente, el sistema educativo y hay niños que tendrán síntomas graves».

 La entrevista se realizó antes de que se aprobara la vacuna para niños entre las edades de cinco y 11 años en el Reino Unido.

Después de que se publicó la entrevista, el grupo de campaña de padres UsForThem presentó una queja ante la Autoridad del Código de Práctica de Medicamentos Recetados (PMCPA). La queja acusó al Dr. Bourla de hacer comentarios «vergonzosamente engañosos» sobre la vacunación de los niños y que los comentarios eran «de naturaleza extremadamente promocional» y que violó varias cláusulas del código de prácticas de la Asociación de la Industria Farmacéutica Británica (ABPI).

 «Simplemente no hay evidencia de que los escolares sanos en el Reino Unido estén en riesgo significativo del virus SARS COV-2 e insinuar que lo están es vergonzosamente engañoso», dijo la queja.

PMCPA convocó a un panel del código de práctica que encontró que el Dr. Bourla había violado el código de práctica de varias maneras, incluida la falta de presentación de información al público de manera objetiva y equilibrada, el engaño al público y la formulación de afirmaciones que no pueden ser corroboradas.

The Telegraph informó que Pfizer apeló contra los hallazgos del panel y estuvo totalmente en desacuerdo con las afirmaciones de UsForThem de que el CEO violó el código de práctica. La compañía argumentó que los comentarios del Dr. Bourla se basaban en «evidencia científica actualizada» y que podían probarse a través de «evaluaciones independientes de beneficio-riesgo disponibles públicamente».

 Una junta de apelación confirmó que el Dr. Bourla engañó al público, hizo afirmaciones que eran desequilibradas e hizo afirmaciones sin fundamento.

Sin embargo, falló en contra de las afirmaciones de que Pfizer desacreditó a la industria, alentó el uso imprudente de un tratamiento y no mantuvo altos estándares.

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