La dimisión de Isabel Pardo de Vera golpeó con fuerza a su hermana, Ana, la periodista izquierdista radical.

La exsecretaria de Estado del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se vio obligada a abandonar su cargo después de las quejas de los gobiernos de Cantabria y Asturias por el erróneo diseño de los 31 trenes de ancho métrico para renovar la flota que presta servicio de Cercanías y Media Distancia en Asturias, Cantabria, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia. Sí, los famosos trenes que no cabían por los túneles, otra de las chapuzas de este gobierno.

El anuncio de la dimisión de Isabel hizo que la periodista de izquierda sacara la garras en las redes sociales pidiendo la cabeza de la ministra de transportes.

Lo primero que hizo fue poner en valor a su hermana liberándola de responsabilidad alguna: “La responsabilidad es una cosa y la culpabilidad, otra. Una no llega a los altos cargos a punta de pistola y para el contoneo: de imprescindibles están los cementerios llenos, olvida que la pusieron a dedo. Estoy muy orgullosa de Isabel, su compromiso público y su independencia. Una es lo que mama en su casa”, la reacción es la típica de la izquierda, si no es como digo voy a por ti.

No se quedó ahí. Con las heridas abiertas, atacó a todo lo que se movía por su entorno, ¿Empezara a sacar noticias de la ministra?.

Por ejemplo, aprovechó que González Pons, vicesecretario de acción institucional del PP, pidió que el caso de los trenes fuera un ejemplo a seguir por Irene Montero, para cargar contra los ‘populares’.

“¿Cuántos dimitisteis por el accidente de Angrois en Compostela? ¿Y por el del Yak42 en Turquía? ¿Y el del Metro Valencia? Se llama responsabilidad política y los altos cargos están ahí por algo, no para volcar las culpas sobre un conductor o un piloto. Lecciones, pocas”.

 Finalmente, desveló un dato íntimo de Isabel para evitar que siguiera la avalanchas de críticas en su contra: “Isabel tiene cáncer de mama y hay que decirlo. Gracias a una sanidad pública grandiosa pudo seguir con su trabajo porque quiso”.

 Evidentemente enfadada, Ana estaba dispuesta a ‘morir matando’ por lo que compartió el tuit de Antonio Naranjo donde pide la dimisión de la ministra Raquel Sánchez, en lugar de una purga dentro de Renfe y ADIF, curioso que se apoye en un tuit de un periodista como Naranjo, muy critico con este gobierno.

“Si las responsabilidades son técnicas, se expedienta a los técnicos. Y si son políticas, dimite la ministra del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez. Eso de buscar cabezas de turco en RENFE y ADIF es lamentable y cobarde”.

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