Alonso cuajó un domingo casi perfecto en Yeda y logró el tercer puesto por detrás de Pérez y Verstappen. Subió al podio, celebró y se bañó en rosewater, porque aquí no hay champán. Pero cuando se dirigía al corralito de las televisiones la FIA le comunicó que le aplicaban una sanción de diez segundos sobre el resultado final de la carrera y que caía al cuarto puesto en favor de Russell. Así fue durante tres largas horas de apelación por parte de Aston Martin.

Ya de madrugada en Jeddah Corniche, los comisarios aceptaron las nuevas evidencias del equipo de Fernando y le devolvieron el podio número 100º. Se hizo larga la espera. Aunque después de años para ver a Fernando en un coche competitivo, tres horas no tienen importancia.

La instrucción es simple: Alonso recibió cinco segundos de sanción por una posición incorrecta en la parrilla de salida. Su AMR23 estaba desplazado ligeramente a la izquierda. Cumplió el castigo en su parada en boxes de la vuelta 19. Pero uno de sus mecánicos tocó el coche con el gato trasero antes de los cinco segundos y Mercedes reclamó en la última vuelta que la penalización no se había cumplido correctamente.

Los comisarios escucharon, así que aplicaron una segunda penalización de diez segundos sobre el Aston Martin. Entonces los ingleses justificaron en la revisión que “tocar un coche” no es “trabajar sobre un coche”, lo que sí está prohibido por reglamento, así que la FIA devolvió a Fernando el podio que en efecto había disfrutado, pero durante unas horas no le perteneció.

Checo, sobrado ante Verstappen
 
Eso fue en los despachos. Antes, en la pista, Checo Pérez fue sobrado de valor y hombría contra Verstappen y contra quien sea. El mexicano no agachó la cabeza ante la espectacular (y fácil) remontada de Max, del 15º al 2º, y respondió las vueltas rápidas del gallo de pelea neerlandés con vueltas más rápidas y una gestión de la ventaja quirúrgica. Si quieres caldo, toma tres trazas.

Le perdió el miedo al campeón y ganó el GP de Arabia Saudí desde la pole. No se amedrentó, sostuvo cinco segundos de ventaja contra su compañero en el ‘rush’ final y así cruzó la meta: ganador y primer Red Bull por delante de Verstappen. Así se marca el territorio. Aunque el neerlandés es el líder del campeonato por la vuelta rápida lograda sobre la bocina.

La salida de Fernando había sido casi perfecta, porque en 300 metros le sobró recta para adelantar a Pérez. No fue perfecta por el error de colocación sobre la parrilla, una de esas menudeces que el director de carrera, Niels Wittich, revisa últimamente con ojo avizor.

También se pasó de riguroso cuando sacó el ‘safety car’ en la vuelta 18 por una avería de Stroll, cuando el canadiense había aparcado su monoplaza perfectamente en la escapatoria. Esa decisión, a la postre, facilitó en exceso la remontada de Verstappen.

El ‘safety car’ fue casi lo más emocionante de la carrera: Checo, Alonso, Russell y Verstappen pararon, y salieron a la pista por ese orden. Detrás, Hamilton pasaba a Sainz en la recta con el DRS sin posibilidad de respuesta del Ferrari.

El domingo se convertía en una procesión para los de Maranello con Carlos sexto y Leclerc, séptimo. Carlos tuvo más ritmo al final porque fue menos protestón por la radio. Al final le metió siete segundos. Pero el doble podio español tendrá que esperar.

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