Comenzaré diciendo, en honor a la verdad, que Feijóo no me gusta, como líder nacional del PP, aunque ha destacado como cacique rural gallego.

Pero ni Galicia es toda España, ni los españoles somos gallegos…

Feijóo representa, a mi modo de ver, un PP convertido en la marca blanca del PSOE, el apoyo al tiranicidio sanchista, y la mayor traición que se recuerda en la historia reciente de España, a sus votantes.

Pero, con su ninguneo a la moción de censura de VOX, ha consumado el paso del Rubicón, de forma que todo votante de “este PP” debe tener claro que, en realidad, está apoyando al PSOE.

 Recordemos:

Al PP de Feijóo el aborto le parece un “derecho”, en contra del criterio, bien fundado, de la mayoría de sus votantes.

El PP se ha negado a denunciar ante la Unión Europea el acoso y derribo de nuestro débil Estado de Derecho, con la okupación de todas las Instituciones españoles, empezando por el Tribunal Constitucional, con su sectario presidente al frente, que no tiene nada de cándido, aunque se llame así…

Es cierto que el Consejo General del Poder Judicial todavía no ha caído, pero sólo es cuestión de tiempo. De poco tiempo… Seguramente el martes, día 28, se consumará la tragedia, la okupación, también, del órgano de gobierno de los jueces, para ponerles firmes, y en primer tiempo del saludo, ante el gobierno bolivariano que sufrimos. (Ojala me equivoque, pero creo que no).

Feijóo se ha rodeado de “sorayos”, gente débil, sin principios ni valores, o qué, si los tienen, los dejan bien guardados en sus casas, y para la esfera privada.

Feijóo es firme partidario de la Agenda 2030, que cercena nuestros derechos y libertades, cada día más menguados, y sólo hay que ver cómo nos maltratan los más de 3.500.000 empleados públicos que tenemos, pero sólo teóricamente, “a nuestro servicio”.

(Nunca los españoles habíamos sido tan maltratados, desde los tiempos de Fernando VII, pero la mayoría del personal, callados como borregos). ¡Y luego dicen que no es verdad que cada nación tiene el gobierno que se merece!

El PP de Feijóo ha votado a favor del mantenimiento del Ministerio de Igualdad, cuya principal, por no decir única función, es dar de comer estupendamente a un montón de femihistéricas, auto convencidas de que hasta que ellas no llegaron al poder, las mujeres no habían descubierto el sexo…

¡Acojonante!
Y, rizando el rizo, ha apoyado al PSOE en la toma en consideración de la reforma de la “ley del solo sí es sí”…, mientras Pedro Sánchez ni siquiera apoyaba con su voto la reforma de su ley.

(Feijóo, y el PP, han demostrado ser más socialistas que Pedro Sánchez, y no es extraño, pues Antonio Castillo es más bien comunista. Comunista de salón, y burgués en la intimidad, como todos los progres).
En resumen, el PP de Feijóo le ha dado la alternativa a VOX, como líder de la oposición.

El único partido que hace realmente oposición.

Es cierto que la política hace extraños compañeros de cama, y si no, que le pregunten a Feijóo y a Sánchez.

 Por cierto, ¿Quién es el que da y quién el que toma…?

Con esas pintas de perdonavidas, y de chulo de saunas gays, me inclino a pensar que Sánchez es quién lleva la iniciativa, limitándose Feijóo a dejarse hacer.

(Que nadie piense lo que no es. Se trata de una metáfora política).

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