Abril ha sido un mes duro y atípico. Ha dejado temperaturas extremadamente altas para una época del año a la que, en realidad, le corresponderían valores mucho más suaves y primaverales. Pero la cuestión es que durante la práctica totalidad de las cuatro semanas la mayoría de los españoles han sudado la gota gorda y han visto cómo los termómetros de sus ciudades reflejaban cifras exageradas.

La mitad sur de la península se ha llevado, sin duda, la peor parte, con zonas de Andalucía sobrepasando -y sobrepasando por bastante- la marca significativa de los 30 Cº. Córdoba, Sevilla, Málaga... Son muchos los sitios que han pasado un abril horrible que no ha dado cuartel a nadie. Una semana santa marcada por los rayos inagotables del sol y un ambiente por momentos asfixiante.

No obstante, todo lo que empieza tiene que acabar. Esta ola de calor anómala enfila, por fin, su recta final. Al menos eso cree la Aemtet. Y es que, en los últimos días, ya se han visto los primeros signos de disrupción de la tendencia general de temperaturas al alza. Algunas de las zonas más azotadas han tenido pequeños respiros con la visita algo refrescante de las lluvias -aunque esto no siempre ha traído descensos del calor-.

Pero ahora la cosa se suavizará en serio. Según las estimaciones de la agencia, este fin de semana comenzará a marcar el punto y final de la molesta ola de calor. Las temperaturas se irán desplomando paulatinamente en casi todo el territorio, incluido Baleares, y volverán a adoptar valores más propios de la estación primaveral, o incluso cayendo por debajo de estos en puntos concretos.

Hoy será el primer día en el que se hará notar el decrecimiento, y la llegada de mayo marcará definitivamente la consolidación de esta tendencia que, finalmente, parece que le dará un respiro a los menos adeptos a las altas temperaturas -especialmente a las que vienen antes de tiempo-. Se beneficiarán de esta caída poblaciones como Valladolid, Segovia, Pamplona, Bilbao, Palencia, Burgos, Teruel o Vitoria.

No obstante, cabe advertir que algunas de las provincias más sufridas, especialmente las mencionadas de Andalucía, no notarán prácticamente este descenso generalizado, pues sus termómetros seguirán estando, al menos de momento, próximos a los 30 Cº. Por lo tanto, para muchos españoles, la única salida seguirá siendo cargarse de paciencia y respirar hondo.

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