Seis tripulantes del buque escuela Juan Sebastián Elcano han sido condenados a penas de tres años de prisión por usar el famoso barco de la Armada Española para transportar 133 kilos de cocaína desde Cartagena de Indias (Colombia) hasta Nueva York en 2014.

La mercancía estaba valorada en 4.200.000 euros de hace diez años, toda una tentación para los 197 marineros profesionales y 78 guardamarinas que cada año pasan por este buque escuela y al que acudirá también la princesa Leonor durante su formación siguiendo los pasos de su padre el rey Felipe VI y su abuelo Juan Carlos I.

 Este jueves se conocía la sentencia del Tribunal Militar Territorial 11 que condenaba de conformidad a dos marineros, dos cabos y un cocinero a penas entre uno y dos años de cárcel tras acordar su responsabilidad en los hechos con la Fiscalía. En caso de no tener antecedentes eludirán entrar en la cárcel. Otros dos marineros no llegaron a ningún acuerdo y han sido condenados a tres años.

La trama fue descubierta gracias a la intervención de agentes de Homeland Security en una casa de Nueva Jersey, que detuvieron a dos narcos con 25 kilos de cocaína. Dijeron que habían cerrado el trato con «dos marineros españoles bajitos» en un McDonald de Times Square en la ciudad de Nueva York.

El contacto entre los españoles y los narcos había sido proporcionado por un intermediario apodado Luis El Mondongo, un taxista neoyorquino de origen colombiano. Otros militares llevaron cuatro kilos hasta el Bronx y otros siete kilos se entregaron en Hell´s Kitchen, cerca de donde atracó el Juan Sebastián Elcano. Todo eso ocurrió el 10 de mayo de 2014.

 Los marineros lo sacaron del barco transportándolo entre sus ropas. La posterior investigación interna de la Armada encontró un vídeo con un tutorial de una santera sobre cómo esconder droga en la ropa para eludir los controles a simple vista. La droga que no llegaron a entregar se encontraba oculta en el pañol de las velas de reserva del barco. La investigación comprobó que el barco había hecho ese año una escala de cinco días en Cartagena de Indias.

«Cuando llegamos (14 de abril de 2014) el Mondongo nos ofreció taxis, cocaína, putas, casas, lo que quisiéramos», llegó a contar uno de lo detenidos a la juez militar Patricia Moncada.

 La Guardia Civil siguió entonces el rasteo del barco por Dublín, Oslo y Hamburgo hasta que llegó el 13 de julio a Bueu, en Pontevedra, donde la escuela de la Armada tiene su sede. Allí fueron detenidos tres de los marineros, aunque no se encontró la droga, pero sí se halló posteriormente en su base, en San Fernando (Cádiz).

Nunca se averiguó cómo habían introducido la cocaína en el barco porque la cantidad era exagerada aunque cada marino hubiese introducido entre 5 y 10 kilos cada vez que volvían del exterior.

El buque partió de Cartagena de Indias el 19 de abril de 2014 y llegó el 10 de mayo a Nueva York, donde al menos cinco marineros volvieron a encontrarse con el traficante apodado El Mondongo.

Los tres detenidos, dos españoles y un ecuatoriano, Rafael V., Francisco V. y Jimmy Enrique V., negaron siempre los hechos, pero en el teléfono móvil de uno incluso había fotografías de una placa concedida por el buque a Rafael V. con «una sustancia blanca, posiblemente cocaína, para su consumo inmediato».

 En el teléfono de Enrique V. se encontró un vídeo con una santera que le explica cómo meter la droga en el barco. Cada marinero habría ganado unos 100.000 dólares en esta operación. De hecho, uno de ellos mandó 36.000 dólares a su madre en Ecuador.

 Al mismo tiempo, la Guardia Civil detenía a otros dos marineros, Manuel Jesús R.F. y el cabo Francisco Ramón M. Los había señalado la DEA estadounidense tras la detención de dos narcos en una casa de Nueva Jersey. Estos dos sí confesaron de inmediato su participación en los hechos.

ELCANO, UN VIAJE POR 9.000 €
Ellos iban a ganar 9.000 euros cada uno a cambio de entregar la droga en Nueva York. El sexto detenido, cocinero en el buque escuela y con 18 años de servicio, admitió ante la juez conocer a El Mondongo como «conseguidor» local de «mujeres, alcohol, drogas y alojamientos a los marineros que desembarcan en Colombia».

Ya en 2011 varios agentes de Inteligencia de la Armada y de la UCO de Guardia Civil se habían entrevistado con otro marinero que declaró haber recibido una oferta por parte de otro marino de origen colombiano para hacer de correo de droga en su escala en Colombia. Entonces varios agentes viajaron hasta Cartagena de Indias y vigilaron la escala del barco.

 En este caso el destino era supuestamente España, donde el barco regresaba tras seis meses de travesía. Pero en aquella ocasión no advirtieron nada extraño. La sentencia de esta semana no es firme y contra la misma cabe recurso ante la Sala del Tribunal Militar del Tribunal Supremo.

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