Alberto Núñez Feijóo necesita sumar apoyos para poder gobernar. «Con Vox lo tenía difícil», apuntan fuentes ‘populares’, que muestran al mismo tiempo un cierto optimismo a la hora de abrir camino con otros partidos vetados directamente por Vox, como el PNV y los nacionalistas.

En el PP no ocultan su satisfacción por «quitarse el lastre de Vox», pero apuntan que esperan mantener los pactos en los Ayuntamientos, incluso si acogen a los menores no acompañados (menas), que tendrán que albergar las Comunidades Autónomas tras aceptar la reubicación de 357 traídos desde Canarias.

 Los barones del PP han mostrado la lealtad a Feijóo y a la estrategia de Génova 13 sobre la inmigración, que esconde, además, otros movimientos que se sucederán en los próximos meses. Tras el cruce de acusaciones con Vox, el PP insiste en que no hubo pacto alguno con el reparto de menas.

«Se ha hecho a lo largo de los últimos años y no ha habido problemas en la estabilidad de los gobiernos autonómicos», señalan fuentes de Génova 13 consultadas por este diario. «En Castilla y León se acogieron más de 20 la pasada legislatura y Gallardo aceptó», apuntan sobre el hasta ahora vicepresidente de la Comunidad, el más fiel de todos y quien se fundió en un abrazo con Jorge Buxadé tras el anuncio de Abascal.

No obstante, Vox ha anunciado la salida de los gobiernos, que se ha ejecutado con rapidez, pero también ha visto como varios consejeros han preferido el asiento antes que apostar por los principios. Las excusas han sido varias, pero el mensaje es el mismo: mantener la silla a toda costa.

Los gobiernos del PP, por su parte, tenían todo listo, hasta el punto de suprimir Consejerías y nombrar nuevos consejeros en un tiempo récord, como si de un balón de oxígeno se tratara. Las entrevistas se han sucedido y todas con un mensaje de unidad claro entorno a Feijóo.

Santiago Abascal, por su parte, tendrá ahora que recomponer la estrategia política. No son pocos los altavoces que se han ido y dependerá de su comunicación para activar sus nuevos mensajes para mantener la atención de sus cerca de tres millones de votantes.

 Por su lado, Feijóo busca desde hace meses atraer al PNV, Junts y Coalición Canaria. Los contactos con el PNV no se hacen con fotos, sino con medidas, como la propuesta de la ley ‘antiocupación’, que salió adelante con la abstención en el Senado de los tres partidos políticos.

No hubo voto en contra. Y eso que el PP se empleó a fondo para incluir la amnistía en su discurso. El objetivo pasaba por «luchar contra los delincuentes, en lugar de amnistiarlos». Se trata de «un problema grave y en auge», con un sistema «ineficaz» para luchar contra este problema.

 En el PP no son ajenos a la «inestabilidad» de las cinco Comunidades Autónomas que gobierna con Vox, pero también muestran la oportunidad que se abre para luchar por el centro, rebajar la confrontación y atraer a los moderados, huérfanos ahora mismo de partido debido a la fuerte polarización que domina la política española.

 Los ‘populares’ tienen ahora todo abierto para iniciar y pactar medidas con los nacionalistas vascos y catalanes, aunque con la oposición de una buena parte del bloque catalán, liderado por Alejandro Fernández. El líder del PPC insiste en que no se puede negociar con Junts, pero en Génova consideran que es un peaje a tener en cuenta dada la necesidad de echar a Pedro Sánchez de La Moncloa. «Vox no lo aceptará», indican, pero «faltarán a su palabra de expulsar a Pedro Sánchez» si se niegan.

En este sentido, indican que Vox debe dejar gobernar en las autonomías si han preferido no hacerlo, «pero no se puede estar en contra de todo y todos todo el tiempo», apuntan.

Por ello, Feijóo tratará de zanjar sus disputas con el PNV de Andoni Ortuzar y Aitor Esteban en el Congreso de los Diputados. «Sin Vox, ya no volverá la poesía al Congreso sobre el cuento del lobo de la ultraderecha».

 En este sentido, los esfuerzos de Génova 13 pasan por elevar la imagen y popularidad de Feijóo con propuestas serias y meditadas, atrayendo a los descontentos de Vox y del PSOE, ensanchando la base y logrando centrar la política acercándola al votante. Asimismo, el PP rompe con el mantra y deja sin argumentos al PSOE para situar al PP en el mismo saco que Vox, por más que lo usen.

Nueve meses ha pasado desde el rifirrafe entre Esteban y Feijóo en el Congreso a costa de Vox. «Señor Feijóo, que ayer me habló otra vez de tractores. A ver si diciéndoselo, como a Rajoy, con una rima consonante y otra asonante, lo entiende: Alberto, tu tractor tiene gripado el motor por usar aceite Vox», le espetó Esteban al líder del PP, quien todavía no ha desvelado qué le llegó a ofrecer Feijóo a los nacionalistas vascos.

El tema del tractor saltó con Mariano Rajoy en 2016. «Si bien me quieres Mariano, da menos leña y más grano», apuntó Esteban tirando de refranero. «Si quieres grano Aitor, te dejaré mi tractor», respondió el entonces líder del PP. No ha sido hasta esta nueva legislatura cuando el tractor ha salido a la palestra y quizá pueda arrancar de nuevo a los mandos de nacionalistas vascos y ‘populares’.

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