El castigo físico a los niños no es eficaz ni recomendable para prevenir sus problemas de conducta ni para promover resultados positivos y, en cambio, predice un aumento de malos comportamientos y resultados a largo plazo. Así lo asegura un estudio realizado por un grupo internacional de científicos y pedagogos, que ha  sido publicado por la prestigiosa revista  THE LANCE.

A pesar de estas concusiones, en muchas partes del mundo los cuidadores utilizan el castigo físico como respuesta al mal comportamiento de los pequeños. El sesenta y tres por ciento entre dos y cuatro años, casi  250 millones de menores son sometidos a golpes y otros procedimientos, pero en al menos sesenta y dos países han prohibido esta práctica, entre ellos España.

El equipo informante examinó los informes sobre castigos, como azotes, y ha excluido el abuso físico infantil, tal como recomienda el Comité de derechos del Niño de las Naciones Unidas.

En este sentido en el reciente asalto de marroquíes a Ceuta, existe un duro informar del uso de menores por las autoridades del Gobierno de Rabat. Otro tema a estudio se refiere a la instrumentalización de las mafias de inmigrantes de menores y hasta de bebés con el riesgo que supone.