Organizaciones civiles húngaras protestan contra el proyecto de ley contra la pedofilia que entra en vigor este jueves por considerarlo "homófobo", después de que la UE también expresara su indignación por la ley. Instalaron un globo de corazón de 10 metros de altura con los colores del arcoíris.

La norma en un principio pretendía endurecer las penas por abusos a menores, pero incluyó modificaciones homófobas de una forma perversa según Amnistía Internacional.

Dávid Vig, es director de Amnistía Internacional Hungríay destaca: "Esta es una ley homofóbica y transfóbica que culpa a la comunidad LGBTQ de los crímenes contra los niños. Así, convierte en delito el amor consentido entre dos personas. Es inaceptable."

Las últimas inclusiones de la ley son la prohibición de la "exhibición o promoción" de la homosexualidad y el cambio de sexo entre los menores de 18 años, así como restricciones a la educación sexual en las escuelas y a los contenidos mediáticos y publicitarios que se consideren dirigidos a los menores.