Reabren el caso Alcàsser de Palencia

Una mujer se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Aguilar del Campo

Virginia Guerrero Espejo y Manuela Torres Bouggefa desaparecieron el 23 de abril de 1992. Tenían 13 y 14 años y se habían escapado para ir desde Aguilar del Campo hasta Reinosa, dos localidades cántabras a 32 kilómetros de distancia. Cogieron un tren y estuvieron en una discoteca durante tres horas, según reveló su amiga Alicia, que tenía pensado ir con ellas pero finalmente se quedó en casa.

Para regresar a casa hicieron autostop. Una mujer las vio montarse en un Seat 127 blanco, que conducía un joven veinteañero. Jamás se supo de ellas. Le habían dicho a sus padres que iban a un cumpleaños. Unos meses después, Miriam, Toñi y Desirée fueron asesinadas en la localidad valenciana de Alcàsser. Dos casos muy parecidos, que conmocionaron a la opinión pública. 

Hace unos días el programa de telecinco 'Viva la Vida' emitía un reportaje recordando a Virginia y a Manuela. Una mujer se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Aguilar del Campo para denunciar que a ella y a una amiga les había ocurrido algo parecido en esas mismas fechas.

Tras la declaración de esta mujer, el instituto armado ha abierto una nueva línea de investigación, aunque no hay ningún sospechoso todavía. Aún así, las familias de las chicas no pierden la esperanza de encontrar alguna pista. Actualmente tendrían 44 y 45 años. 

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