La noticia saltaba como un resorte este viernes desde los caminos inescrutables de las redes sociales. Otra vez: la enésima desventura de la pareja más hateada de nuestra política patria. Pablo Iglesias e Irene Montero. Los comunistas de Galapagar. Tan famosos por lo que han hecho entre las bambalinas del casoplón madrileño como por sus incendiarios discursos desde la Tribuna del Congreso. Eran otros tiempos, cuando querían asaltar el Cielo por asalto. Antes de convertirse en 'casta'. Los nuevos Pimpinela en versión 2.0.

Después de meses de especulaciones sobre su vida personal (Pablo Iglesias llegó a enviar un burofax a MEDITERRÁNEO DIGITAL para desmentir que había dejado a su señora por una asesora de Podemos) o semanas en las que se ha vuelto a polemizar sobre su parece que evidente, pero nunca confirmada, mudanza a Barcelona para iniciar su nueva carrera profesional como ‘periodista crítico’ (Iglesias dixit) lejos de sus tres retoños y la madre de sus hijos, llegaba la enésima vuelta de tuerca (y en este caso, le va que ni pintado): ¿ha pedido Pablo Iglesias a Irene Montero una prueba de paternidad?

 Los marqueses de Galapagar tienen tres hijos (que sepamos): los gemelos Leo y Manuel (3 años) y la pequeña Aitana (de solo 2).

Pablo Iglesias renuncia a sus hijos en Twitter

Este viernes, a última hora, estallaba la noticia: bajo un logotipo de la Cadena SER, medio de referencia de la progresía nacional, y que ha fichado al exlíder de Podemos como colaborador habitual, un titular absolutamente incendiario: “Pablo Iglesias solicita una prueba de paternidad”. Y continuaba: “Al parecer, Pablo Iglesias no estaría seguro de que Aitana sea su hija por lo que este procedimiento demostraría si es o no el padre de la menor”.

El líder comunista, defensor a ultranza de la mujer, e Irene Montero, flamante abanderada del feminismo, ¿metidos en semejante brenejenal? La película que tiene todos los argumentos para el guión definitivo de una serie de Netflix “Los marqueses de Galapagar”.

Celos, intriga, cuernos. ¿Y se imaginan que se descubre que el supuesto inseminador, el fecundador que ha regado con su semilla de la discordia a la familia Iglesias-Montero, es de VOX? ¿Un machirulo español? ¿Y si fuera nuestro amigo Bertand Ndongo? Preparen las palomitas, porque nos vamos a divertir.

Pablo Iglesias e Irene Montero se separan

Era demasiado bueno… para ser real. Y efectivamente, en este caso, y sin que sirva de precedente, no lo era.

no hemos podido confirmar que Pablo Iglesias haya solicitado (de momento) prueba alguna de ADN para certificar la paternidad de su hija Aitana, y todo apunta a un montaje (con muy mala fe) de algún niño rata.

 Malditos sean los que inventaron aquello que la noticia no te estropee un buen titular. O quizás como decía el siempre maestro García: “el rumor, es siempre la antesala de la noticia”.

Pero no se resignen. Después de meses alejado de la primera línea política, el Macho Alfa de Galapagar vuelve suelto y desatado. Como su añorado Stalin, es un fusilador nato. Y no solo con un micrófono delante. A ver si se creen que la sede de Podemos estaba mirando a Cuenca por casualidad.

Si las paredes hablasen, hasta Echenique se caería de la silla. Van a tener que conservar su coleta para la posteridad, como la momia de Lenin, para la veneración de los comunistas de nueva generación. Que tiemble Julio Iglesias. Y lo sabes.