Este pasado martes 21 de septiembre les contábamos que el juez Rafael Lasala había tomado la determinación de llamar a la exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, para declarar en calidad de imputada por la entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, el pasado 18 de abril de 2021.

Ghali entró en nuestro país aduciendo un grave estado de salud, una situación que tensó la cuerda diplomática con el país vecino, Marruecos. La denuncia del letrado Antonio Urdiales, personado como acusación popular, dio origen a la causa en la que se investigan posibles delitos de falsificación, prevaricación y encubrimiento.

La ministra Laya fue una de las purgadas por Pedro Sánchez en la última remodelación del Gobierno del pasado mes de julio. La frialdad del presidente del Gobierno con ella, ni siquiera recibió una llamada de él para comunicarle el cese y tampoco lo ha hecho hasta ahora, va a pasarle factura a Sánchez…

Fuentes próximas a la exministra aseguran a Impacto España que Arancha González Laya prepara una declaración ante el juez ‘explosiva’ para el presidente del Gobierno, a quien va a responsabilizar directamente de la decisión de traer a Ghali a España. Según la versión que medita aportar la exministra a la Justicia, el presidente no solo avaló la operación sino que fue ideólogo de la misma.

Según las mismas fuentes, en Moncloa ya conocen las intenciones de Laya y esta situación ha generado la alarma y hasta el pavor en el entorno del presidente del Gobierno.

Ello supondría dar un vuelvo al caso, ya que los presuntos delitos recaerían entonces en el presidente del Gobierno y la investigación judicial pasaría así del juzgado de instrucción número 7 de Zaragoza al Tribunal Supremo, dada la condición de aforado de Sánchez.

Como recordarán nuestros lectores, el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, aterrizó en la base militar de Zaragoza el pasado 18 de abril en un avión medicalizado procedente de Argelia. Una controvertida decisión que provocó directamente una crisis con el ejecutivo de Marruecos.

Al aterrizar en nuestro país, el susodicho ingresó en el Hospital San Pedro de Logroño con un nombre falso, donde permaneció tratándose de la covid-19. Después, regresó a Argelia tras quedar en libertad sin cautelares al declarar ante el juez de la Audiencia Nacional por delitos muy graves de genocidio, torturas o detención ilegal.

El ex jefe de Gabinete de Laya, Camilio Villarino, ya declaró como investigado el pasado día 13 y aseguró que la entonces ministra le dio instrucciones para que Ghali entrara por la base aérea de Zaragoza sin necesidad de pasar el control de pasaportes, pero dejó caer claramente que la decisión llegaba de más arriba.