Un miembro de la tertulia “Crónicas desde Tudmir, Platicando desde la Trinchera”, ha suministrado la foto que abre estos renglones, que, como imagen que es, vale más que los miles de las mentiras que a diario sueltan los que probablemente nunca más sean superados, la Trinca municipal, en granujería personal amparados por los partidos políticos, para ajar a Cartagena, humillarla y desollarla, a cambio de montantes económicos y de vanidad exhibicionista personal. 

 En su profundo desprecio hacia la ciudadanía cartaginesa, que para ellos solamente los que tienen que defender y preocuparse por sus cosas caben todos en un autobús (cuatro empresarios laicos, obispado, políticos de partido), la gestión verdadera del municipio lo refleja el tablón de anuncios que denuncia una foto antológica; que, con otro vecindario, sería más que suficiente para hacer dimitir a los peores, con diferencia, munícipes unidos para trincar en reparto. 

Los dos papeles que hay colgando en el tablón de anuncios de las gestiones municipales, seguramente en uno estará la relación de los horarios de misa, y, en el otro, la llegada de los cruceros, que cada vez que entra un buque de pasaje, que tiene prohibido por sus fletadores que se abastezca de cualquier matalotaje en el puerto de Cartagena, desde el municipio quieren espejear y pregonan el tremendo esfuerzo turístico y las ganancias que significan que arriben viajeros que no se retiran más allá de dos kilómetros del barco, y nos están haciendo ricos a todos. 

La demencial realidad que está denunciando la foto del tablón de anuncios del municipio cartaginés, es que en el ayuntamiento, después una plantilla más que milenaria de empleados, asesores y políticos, no se realiza gestión alguna que le afecte a los vecinos, y todo está basado en papeles internos de los que van de mesa en mesa ocupando el tiempo amargo, encarado hacia ver el modo de complicarle la vida al vecindario. 

La gran estafa que está significando el tremendo gasto que ciudad por ciudad están significando los ayuntamientos, acentuado en lugares como Cartagena, donde la pasividad ciudadana ha permitido, y lo seguimos haciendo, que con una impunidad de escalofrío tres personas se salten todas las normas éticas y de moralidad política, y tal y como denuncia el vacio del tablón de anuncios, solamente estén centrados en asuntos que no pueden aguantar la luz de la publicación. 

Su único programa político, su única meta a intentar conseguir, al margen de la económica personal, es trabajar en la línea de generar una gran cantidad de voto cautivo por la vía de colocar, amontonados, muchos empleados cuyo trabajo consista en votarlos en las próximas, porque, como bien denuncia la foto del tablón de anuncios, en Cartagena no pasa naica, y con los cruceros, y la santísima semana santa que ya ha anunciado la Trinca Murciana encabezada por el Lorzas y su tripulación de tránsfugas emboscados, para que no se les haga tarde y vayan amontonando dinero público para asegurar el voto católico. 

La terrible indiferencia que hechos tan palpables como la foto del vacío tablón de anuncios, que denuncia la nula gestión municipal a un costo millonario en euros que se pierden año tras año, han generado una de las indiferencias más peligrosas para el futuro ciudadano de un espacio urbano que su olor de basurero público, se está utilizando como perfume. 

 Que ya inunda toda la ciudad más contaminada con residuos tóxicos de España. 

Salud y Felicidad sin covid.