Cuando en una sociedad en vez de ejercer la honestidad y el pensamiento libre, es decir, el raciocinio y el sentimiento, lo que se ejerce es únicamente la componente más animal del ser humano, esa sociedad está condenada al fracaso más absoluto, objetivo que, por desgracia, tienen marcado entre ceja y ceja nuestros dirigentes y toda la clase política que conforma el espectro parlamentario vasco.

Ante la creación de esta nueva sexta ola para justificar ese relato cotidiano que está llegando a extremos insospechados de esperpento y distopia para desviar un fracaso con mayúsculas, que, por desgracia, en muchas personas conlleva situaciones de extrema gravedad así como una restricción de nuestros derechos y libertades como pueblo al más puro estilo nazi.

Justamente hace pocos días y ante las intenciones de crear esta nueva ola por parte  de este gobierno vasco con su liderazgo nazi representado en el Sr. Urkullu y la Sra. Gotzone Sagardui, se repartieron ayudas económicas a los medios de comunicación, ya que últimamente habían replegado algo sus tanques de ataque neuronal, para que los vuelvan a activar y volver a disparar a los cerebros de la ciudadanía vasca con el fin de volver a inocular ese virus neuronal que llevaban inoculándolo desde el inicio de la pandemia.

Pues bien el mayor trozo del pastel se lo han llevado EL Correo y el Diario Vasco y en agradecimiento han puesto en marcha nuevamente estos tanques como se puede apreciar con el titular de El Correo “ Alemania impone la obligación de vacunarse”, para luego en la letra pequeña poner” impondrá en febrero”. A los sres periodistas que lo han escrito siendo ellos del área linguista les diré que no parece que hayan aprendido mucho ya que les pregunto ¿ tiene el mismo significado impone que impondrá?, ¿no saben distinguir entre presente y futuro?, siendo el futuro como la misma palabra lo indica futuro.

Otra prueba de haber sacado estos tanques es cuando nos ponen los comentarios sobre los gráficos de los casos positivos y la IA y aún recogiendo el numero de test realizados no ejercen ni la mínima esencia de lo que debe ser el periodismo y obvian citarlo de manera descarada, cuando en su propia información el 3 de noviembre el número de test era de 4.974 y el 1 de diciembre de 13. 425,es decir un 179% más.

Esto ocurre sres periodistas cuando no se ejerce una profesión de forma imparcial y si por ser lo que vulgarmente se llama estomago agradecido, pero esos estómagos agradecidos les están llevando a ser colaboracionistas con unas políticas de corte nazi que en su momento tendrán lo que les corresponde en justicia. Un estómago agradecido en ningún momento y lugar justifica una actuación propia de una dictadura.

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