La asociación de víctimas Dignidad y Justicia ha denunciado «la cobardía» de la Audiencia Nacional por permitir que se haya celebrado un homenaje al preso de ETA Ibai Aginaga, que ha quedado este domingo en libertad tras cumplir una condena de 20 años, en su pueblo natal, Berango (Vizcaya).

El etarra ha sido recibido con un «ongi etorri» (homenaje de bienvenida) en el frontón de esa localidad en cuyo interior le esperaban unas doscientas personas, a puerta cerrada y sin permitir el paso a los medios de comunicación.

En un comunicado, la asociación lamenta que el tribunal haya permitido ese recibimiento «sin pedir siquiera informes a la Policía, a la Guardia Civil y a la Ertzaintza, como reclamaba la Fiscalía, haciendo caso omiso a la denuncia y a los requerimientos del ministerio público con el fin, como suele hacer, de adoptar la postura más cómoda y trabajar lo menos posible».

Dignidad y Justicia había solicitado la prohibición del acto al entender que se trataba de una celebración «que suponía un delito de enaltecimiento del terrorismo, dado que ya en la propia convocatoria se adivinaba la intención de los organizadores de recibir al miembro de la banda ‘como un héroe'».

Ibai Aginaga fue condenado por la Audiencia Nacional a 21 años de cárcel como miembro del comando Irumberri, que pretendía atacar distintos objetivos con el material explosivo que recibió de ETA. En agosto del año pasado fue trasladado desde la prisión de El Dueso (Cantabria) a la vizcaína de Basauri.

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