El Lorzas murciano y su tripulación de tránsfugas tragaperras, juntamente con la Trinca Cartaginesa y los Trincadores sisadores, todo el intricado recoveco de manos como ganchos, que impunemente nos están robando y malgastando el dinero público, hace poco, con una sonrisa de suficiencia nos negaron la creación de la Academia Cartagenera de la Mar, las Ciencias y las Letras; y todo en base, al claro complejo de inferioridad, traducido en una terrible envidia e inestabilidad personal, que se manifiesta en nuestros amados políticos. 

Con una Academia semejante y su poder internacional, el tema del Mar Menor y de todo el contaminado litoral murciano, estaría en fases de apaño muy diferentes; y muchos del elenco de granujas que hay sisando y robando en el entorno del Mar Menor, a lo mejor estarían en la cárcel; y, como muy poco, fuera del abrigo de sus apestantes partidos políticos que los protegen con una granujería semejante a la suya. 

Para el que desconozca la cuestión, lo que antes eran las Reales Academias Españolas, con la España de las Autonomías, pasaron a denominarse Academias, adjetivada su denominación de las distintas materias específicas a tratar, y Cartagena, con su histórico astillero que poco a poco se va perdiendo, y ciudad con mucha gente entendida en los asuntos del mar, hubiese sido un buen poso y recipiente cultural funcionando la citada Academia. 

Pero, mientras estábamos con los trámites de constitución los gestores con el compromiso de que una vez aprobada la constitución de la Academia, nos convocaríamos en asamblea plenaria para nombrar democráticamente los órganos de gobierno, el Lorzas y sus Tránsfugas, la Trinca y sus Trincadores, al estilo tradicional cartaginés y murciano, corriendo, contraviniendo disposiciones legales, pero sabiendo de su impunidad, a un grupo de gente de los “Barcos del Rey” (no sé cual es la definición moderna de la Marina de Guerra), le otorgaron una academia con el titulo de REAL Academia del Mar, según el amplio y habitual desprecio hacia todo lo civil que se intenta crear en beneficio local de Cartagena. 

Es por asunto de gravedad y necesidad social como el indicado, por lo que el desprecio entre los Lorzas y las Trincas, y muchos cartagineses, entre los que me enumero, es mutuo, supuesto que da vergüenza ajena pensar que en gente de tan compacta incompetencia,  centrada toda su actividad tan solo en el logro mayor de sus emolumentos personales, puedan estar al frente de una comunidad de vecinos que cada día se levantan con el horror de un nuevo estropicio por parte de los que nos han llenado de ruinas, de lágrimas de hambre a nuestros niños, y hay que tener muy poca consideración con nuestros hijos, nietos y futuro, si se les vuelve a votar, porque ellos tengan el careto de volver a presentarse. 

En el día a día, hay una ausencia total de una actuación seria y consecuente cara a la ruina moral y económica que significa el abandono del Mar Menor, por parte política en todo el amplio abanico que tanto dinero nos cuesta mantener; por parte de la Universidad Politécnica; por parte de movimientos ecologistas; y por parte de los diversos vecindarios que no salimos de una sola vez, pero contundentes, a la calle, y desalojamos de los despachos a tanto granuja. 

Salud y Felicidad sin covid-22. 

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