La izquierda política y mediática ha escenificado en los últimos días una interpretación de la legalidad a medida de sus intereses con el fin de impedir que Macarena Olona se presente a las elecciones andaluzas. Según proclaman los medios subvencionados gubernamentales, una diputada por Granada, nieta de andaluces, que visita con frecuencia la localidad granadina de Salobreña y se empadronó allí hace seis meses, ha cometido el supuesto fraude de un empadronamiento instrumental.

La izquierda se enfrenta a una tormenta perfecta en Andalucía: a las nefastas perspectivas electorales para la izquierda que revelan los sondeos se han sumado circunstancias como las adhesiones y el cariño que genera Olona, el pánico a entrar en un debate político con ella y la incapacidad de encontrar escándalos que achacarle en su impecable trayectoria personal y profesional. En consecuencia, las terminales políticas y mediáticas han puesto su maquinaria a trabajar, como última y desesperada medida, tratando de convertir en un fraude de ley un acto administrativo que Olona ha realizado dentro de la legalidad.

Sin embargo, los mismos que claman al cielo por un supuesto "empadronamiento falso" olvidan los múltiples casos de políticos de su cuerda que han realizado el mismo trámite que Olona, que incluso han podido incurrir en auténticos fraudes por empadronarse en lugares que ni siquiera conocen, por no mencionar los empadronamientos exprés para ilegales de identidad desconocida recién llegados en patera. Entre los casos más notorios que olvidan convenientemente los acusadores de Olona destacan los siguientes, según relata el analista político Alvise Pérez:

La socialista Teresa Fernández se empadronó en Sevilla solo para presentarse a una elecciones.
La alcaldesa de Castilleja de la Cuesta vive en Sevilla y está empadronada en una casa del pueblo en la que no reside.
El alcalde de Villaluenga del Rosario (Cádiz) vive en Ubrique y también es senador con dos sueldos.
De la Vega se empadronó en Segovia y nunca ha vivido allí.
La alcaldesa de Segovia vive en La Lastrilla junto a muchos de sus concejales.
El alcalde de Guadalajara vive en Hita.

Begoña Villacís vive en la urbanización Villafranca del Castillo (Villanueva de la Cañada).
Por otra parte, el aliado que ha salvado alguna votación a favor de Sánchez, Tomás Guitarte, vive desde hace años en Valencia, aunque es diputado por Teruel del partido Teruel Existe.

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