Roquetas de Mar (Almería) fue  el escenario de una agresión contra ocho agentes, seis de la Guardia Civil y dos de la Policía Local, por parte de un varón subsahariano que ocasionó a todos ellos lesiones de diversa consideración para las que necesitaron atención médica, además de daños en su material personal y de dotación, según ha denunciado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).

El presunto ataque se desencadenó en un parque de la citada localidad cuando se intentó identificar al hombre que, sin motivo aparente, habría agredido a una madre y a su hijo en la vía pública.

El hombre se negó a ser identificado y trató de abandonar el lugar. Tras varios minutos de intentos infructuosos, se procedió a un cacheo preventivo a fin de comprobar la ausencia de armas u objetos peligrosos, tras lo que comenzó a «proferir empujones y manotazos a uno de los agentes». Fue necesaria la intervención del resto para reducirlo y detenerlo en primera instancia por delitos de resistencia, desobediencia grave y atentado contra la autoridad. El arrestado, según ha podido confirmar este periódico, es un varón subsahariano de 35 años nacido en Mauritania.

Fueron necesarios varios minutos para controlar al hombre, que «presentó una resistencia muy activa contra la actuación y no cesó de arremeter con mucha fuerza» contra los agentes, «llegando incluso a morder» a uno de los guardias civiles.

Sólo cuando el agresor estaba agotado físicamente y engrilletado de manos y piernas se le pudo introducir en el vehículo patrulla para trasladarlo a dependencias policiales. No obstante, «su agresividad era continua y fue necesario que los servicios médicos le suministraran un relajante ante la imposibilidad de meterle en un calabozo del acuartelamiento», señala AUGC.

La agrupación añade que durante el forcejeo inicial para reducir al atacante, el material en dotación de los seis guardias civiles resultó dañado: «El cargador del arma oficial de dos de ellos quedó raspado; a otro compañero le rompió el pantalón oficial; a otro una linterna personal; al quinto compañero le rompió la cremallera del pantalón oficial, su linterna personal y la pantalla de su teléfono particular; y al último le fracturó sus gafas de sol personales y le rajó el polo oficial por una de las hombreras», detallan.

Los citados hechos ya han sido denunciados y AUGC Almería ha avanzado que defenderá judicialmente a los compañeros agredidos. «Los ataques hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son frecuentes y además las penas que lleva aparejada este delito de atentado son leves, perdiendo así el principio de autoridad. En la provincia resulta rara una semana sin alguna agresión contra los guardias civiles. Ya ni tan siquiera resulta extraño cuando hay ataques por arma blanca, que se multiplican en estas fechas con el aumento de la población en verano», denuncian. AUGC recalca que durante la época estival es necesario incrementar la plantilla porque la propia Unidad de Refuerzo de Seguridad Ciudadana es comisionada a Ceuta, Melilla, Algeciras (Cádiz) o «a cualquier punto geográfico similar».

Además, concluyen, «hace años que llevamos demandando la necesidad de material de defensa para situaciones» como la vivida  en Roquetas, por lo que exigen pistolas táser o chalecos antibalas «para todos los integrantes, no sólo para la mitad de la plantilla». «Hay que actuar ya y aumentar las penas por agredir a los agentes de la autoridad porque cada vez hay más ataques», advierten.

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