Los vecinos de Cartagena; una parte muy representativa de todos ellos encuadrados y pertenecientes a muchos barrios marginados por el propio ayuntamiento cartaginés, y el gobierno cortijero que preside el Lorzas, donde  no más allá de unos cincuenta “eminencias murcianas”  entre ellos alternan con los distintos puestos de consejerías, direcciones general, y adscritos a los cuartos de baño y el lengüeteo. 

La representación vecinal cartaginesa que está luchando en la línea de que el tren del futuro (si lo hay) entre en la ciudad haciendo el menor daño social en los barrios posible, quisieron  mantener una reunión con el “ocupadísimo” Consejero de Fomento, Díaz de Revenga, al servicio directo del Lorzas y los cuatro caciques que lo mandan, todos con harta cansera que existan vecinos que les preocupe sus localidades y lugares donde viven, y no digan amen a los supremos “intereses” patrios de la “gente de bien”, de la gente como dios manda, que en la cortijá murciana, no pasan de esos cuarenta o cincuenta personas que desde que empezó la llamada democracia, le reparten los sillones entre ellos, las fuerzas del bien murcianas. 

Espera que te espero para la reunión, mucho más tiempo que para que te operen desde la Seguridad Social, si no eres ucraniano, de algo esencial para tu vivir, al final, los gurús murcianos de la política, completamente convencidos que sin ellos no hay Comunidad y mucho menos felicidad social, para el caso el gurú Díaz de Revenga, al margen de todas sus tremendas cualidades profesionales un profundo politólogo capaz de saber la ideología política de los vecinos cartagineses, fruto de un acto reflejo muy a la murciana capitalina, primero les informa (vía WuatsApp) que la Consejería de Fomento es en realidad es un obrador que cuece madalenas y tortas como panes; y que los vecinos, todos, de un ideología afín al actual delegando del gobierno, se deberían de dirigir a la citada Delegación, supuesto que fomento en Murcia está para dar clases de inglés o latín, y diseñar el modo de cómo ser los desfiles procesionales. 

Conforme que muchos titulados y otros sin título alguno, porque el título académico ( y menos los librados ahora en las grandes superficies donde los expende) no es patente absolutamente de nada, y que recurrir a la Administración que “nos iba a acercar los gobiernos al pueblo”: Las Autonomías, para lo que en realidad se han quedado es, con un carácter punitivo hacia los roba limones, y unos sueldazos que ni en sus mejores sueños (entre afanares y requisares) soñaban aquellos que estudiaron. 

Pero si encima al mejor estilo clerical, un consejero, caso de Díaz de Revenga, no te recibe como es su obligación y competencia el asunto de su consejería, porque aunque el trazado del ferrocarril sea competencia del gobierno central, eso no quita que las comunidades autónomas, tienen que velar y procurar que sea lo menos doloroso socialmente para las gentes y estado político autonómico, que le permite ganar cinco o seis veces más que ejerciendo su oficio y empleando menos horas, pero de ahí a ser un gurú adivino de la forma política de pensar de los vecinos cartagineses, eso solo se puede dar cuando a nivel político y de gestión se está orinando sobre los vecinos, con el mayor desprecio posible, y, a la par, permitido. 

Es de esperar, que tal desconsideración y desprecio hacia los vecinos cartagineses por parte de un consejero, Díaz de Revenga, sustentado por el Partido Popular, cuando lleguen la elecciones, toda la más de media docena de barriadas cartaginesas le digan al partido popular que se ha equivocado de puerta y pida el voto en la iglesia de la Caridad, que son sus afines. 

Salud y Felicidad sin otan. 

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