El autor de la arenga es un admirador de dictadores como Stalin y Kim Jong Un

La extrema izquierda tiene una histórica propensión a imponer dictaduras y a utilizar la violencia contra los que no coinciden con sus dogmas ideológicos.

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El 20 de julio, el grupúsculo de ultraizquierda “Vigo Antifascista” organizó un acto público en la Puerta del Sol de Vigo. Varios personajes se dirigieron por la megafonía del evento a un público más bien escaso. Uno de los oradores fue Paulo Vila, del llamado “Comité Antifascista Lourinha”, que incitó a la violencia contra Vox sin ningún rodeo, en un incendiario y fanático discurso pronunciado en esa extraña mezcla de gallego y portugués que usa la ultraizquierda separatista.

Vila señaló sin rodeos la dirección de la sede local de Vox, llamándolo “escoria” y acusándole de haber dado un “golpe de Estado” y haber provocado un “genocidio” en Galicia, unas acusaciones calumniosas que entran de lleno en el tipo penal de la injuria. Vila también habló de “pistolerismo voxista” para referirse a un partido democrático y que defiende sus ideas por medios legales y pacíficos, sin haber recurrido nunca a la violencia contra sus rivales. Algo que no se puede decir de sus rivales de ultraizquierda. Después, Vila criticó a la izquierda que considera que sólo se enfrenta a Vox “por la vía pacífica”.

Llama a usar contra Vox «todas las vías que sean necesarias, no solamente la pacífica»

Tras identificar a Vox con el fascismo, Vila entró de lleno en la incitación a la violencia: “el fascismo no tiene derecho a la libertad de expresión. El antifascismo gallego tiene que tener claro que para frenar a la bestia fascista hay que emplear todas las vías que sean necesarias, no solamente la pacífica. Todas sin excepción. Son fundamentales para aplastarlos, son fundamentales para expulsarlos para siempre de nuestras calles”. Aquí podéis escuchar a Vila lanzando esa arenga totalitaria:

 Llamando «presos políticos» a los terroristas de ETA y los GRAPO

No hay que utilizar mucho la imaginación para adivinar a qué se refiere ese energúmeno cuando anima a utilizar contra Vox “todas las vías que sean necesarias, no solamente la pacífica”, y cuando recalca: “Todas sin excepción”. Como ya vimos aquí el año pasado, poco después de la aparición de ese grupúsculo en julio de 2020, el “Comité Antifascista Lourinha” compartió en su cuenta de Twitter una foto de una pintada hecha en Mos (Pontevedra) pidiendo la libertad para los terroristas presos de ETA y de los GRAPO, calificándoles como “presos políticos”, una asquerosa forma de blanquear a dos bandas criminales que han asesinado a más de 800 personas, niños incluidos.

Apoyando a la Rusia de Putin en su invasión de Ucrania

El apoyo de ese grupo de ultraizquierda a criminales no se limita a eso. El 9 de mayo, el “Comité Antifascista Lourinha” manifestó su apoyo a la Rusia de Putin que ha invadido Ucrania y está asesinando a civiles, niños incluidos, y cometiendo toda clase de crímenes de guerra.

Calumnias a las FCSE y apología de dictadores y terroristas

El perfil de Facebook de Paulo Vila da una idea de su grado de fanatismo. En él hay publicaciones llamando “torturadores y asesinos” a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, un claro delito tipificado por el Artículo 504 del Código Penal. Bajo estas líneas puede verse la publicación en cuestión, publicada en 2018.

En ese perfil también hay retratos de dictadores comunistas y asesinos de masas como Stalin, Lenin, Fidel Castro y los norcoreanos Kim Il-Sung y Kim Jong Un, y fotos y mensajes ensalzando a terroristas como el etarra Argala, los GRAPO, Abimael Guzmán (Sendero Luminoso, Perú), el Nuevo Ejército del Pueblo (Filipinas), Andreas Baader y Gudrun Ensslin (RAF, Alemania), el MRTA (Perú), el INLA (Irlanda del Norte) y el DHKP-C (Turquía).

Es escandaloso que Facebook consienta ese tipo de publicaciones insultando a la Policía y ensalzando a toda clase de asesinos, entre ellos varios genocidas que provocaron millones de muertos. La verdadera escoria es lo que apoya este personaje, que es todo un ejemplo del fanatismo antidemocrático que los comunistas vienen disfrazando con el término “antifascismo”.

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