La situación en nuestro país se vuelve cada día más complicada y eso acaba de quedar confirmado en el aumento del índice de precios al consumo (IPC) de los últimos trimestres, un hecho generado por la suba de las materias primas alimenticias empujadas por la invasión de Ucrania, lo que impacta directamente donde más le duele al ciudadano de a pie: el precio que paga por la comida de todos los días.

El Banco de España fue el encargado de encender las alarmas con un artículo que sintetiza, desde su título, el problema: “El aumento de los precios de las materias primas alimenticias y su traslación a los precios de consumo en el área del euro”.

“El 93% de las categorías del IAPC de alimentos han registrado tasas extremadamente elevadas en términos históricos”, destaca el informe, y luego dan un ejemplo muy claro de sus palabras: en junio pasado, el precio del aceite en el área del euro subió el 29%, los cereales y el café́ el 11%, y los lácteos, los huevos y la carne el 12%. En ese mismo mes, los precios en España se dispararon: el aceite subió el 37%, los cereales y los lácteos se encarecieron el 16%, el café el 11% y la carne el 10%.

El Banco de España también señala que estoy se veía venir: según su investigación, desde principios del 2021 los precios en España “han aumentado de forma más notable”:  56% el aceite; los cereales el 17%; los lácteos el 16% y los huevos y la carne el 10%.

El informe es contundente: "El aumento de los precios de las materias primas alimenticias que se está produciendo a escala global está repercutiendo intensamente en los precios de consumo de estos productos que afrontan los hogares”.

Según el artículo, los productores y los vendedores minoristas primero absorben y luego trasladan los costos al consumidor final, ese ciudadano de a pie del que hablábamos al principio que ve como el dinero que gana tras una dura faena ya no le alcanza para (casi) nada.

La evolución de los precios de los alimentos está sujeta a una “elevada incertidumbre”, advierten en el informe, porque el conflicto entre Rusia y Ucrania también afecta los precios de la energía y los fertilizantes, dos suministros esenciales en las actividades agrícolas.

Para decirlo con las palabras de un clásico film: “ajústense los cinturones, damas y caballeros, porque la noche viene muy complicada”. 

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