La pandemia de coronavirus ha sido una revelación para muchos, sobre todo para el Dr. Robert Malone, el pionero de la plataforma de tecnología de ARNm utilizada en las vacunas contra el COVID de Pfizer y Moderna a las que se opone con vehemencia.

En un nuevo libro, «Lies My Gov’t Told Me and the Better Future Coming» (Mentiras que me dijo mi gobierno y el futuro mejor que se avecina), relata cómo pasó de ser, a los ojos de los medios de comunicación establecidos y del gobierno, a ser un estimado inventor de vacunas a ser un proveedor de «información errónea».

Malone prepara el escenario con un capítulo de apertura intrigantemente titulado «Cómo me puse rojo y la revelación gradual».

“Hubo un momento en que creía lo que escuchaba del Partido Demócrata. Hubo un tiempo en el que creía que el gobierno estaba realmente enfocado en tratar de hacer lo correcto”, dijo. “Yo creía en la empresa de las vacunas. Yo creía en la salud pública. Creía en los CDC y en la FDA; estaba al tanto de muchos de los problemas con los CDC, pero pensé que la FDA estaba realmente comprometida con garantizar la seguridad del público en cuanto a alimentos, medicamentos y salud”.

Dedicó su carrera, dijo, a aprender y asimilar las buenas prácticas y adherirse a las normas éticas.

 “Y luego ver todas estas cosas tiradas por la puerta, como si fueran basura, sin conciencia de las consecuencias”.

Cuando Malone comenzó a decir lo que creía que era la verdad, cree que «el tiempo ha validado casi todo lo que he dicho», «se encontró con este ecosistema de información armado de burlas, mentiras, difamación y calumnias».

El libro, escrito con su esposa, Jill Glasspool Malone, incluye capítulos de otros médicos científicos abiertos, incluidos los Dres. Meryl Nass, Paul Marik y Pierre Kory. Y hay uno de Ed Dowd, el exanalista de Wall Street que ha recopilado evidencia de las industrias de seguros y funerarias, y bases de datos gubernamentales que muestran un aumento en el exceso de muertes correspondiente al lanzamiento de las vacunas de ARNm de COVID.

 Durante los últimos tres años, dijo Malone, ha quedado claro que la humanidad se encuentra en un punto histórico en el que se enfrenta a dos visiones del futuro.

“Son casi polos opuestos: uno es una versión del mundo de economía dirigida, totalitaria, utilitaria, marxista y globalmente centralizada que está verdaderamente capturada por esta frase ‘no serás dueño de nada y serás feliz’”, dijo a WND , haciendo referencia a un  tuit del Foro Económico Mundial.

El “contrapositivo” de esa visión, continuó, es “un mundo que surge orgánicamente que está descentralizado, que aún está comprometido con los estados nacionales y con estructuras de control más locales”.

En sus numerosos viajes por el mundo durante la pandemia, ha observado el surgimiento de “comunidades intencionales” basadas en la fe o en un esfuerzo compartido, como la agricultura.

Están encontrando formas, dijo, de trabajar juntos e incluso conectarse globalmente “sin la necesidad de un control autocrático y centralizado”.

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