Hace unos días, posiblemente se publicó el conjunto de datos más importante de la "pandemia". Los datos se obtuvieron a través de una solicitud de libertad de información del partido político alemán AFD. Dadas las implicaciones extremadamente preocupantes de los datos alemanes, no es sorprendente que los gobiernos de todo el mundo y los sistemas de salud o los proveedores de seguros se hayan mostrado reacios a publicar sus propios datos.

Joel Smalley, el profesor Norman Fenton y John Dee han estado señalando que hay enormes agujeros en los datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales ("ONS") del Reino Unido. Cuatro investigadores, incluido el profesor Fenton, sintieron que los datos de la ONS sobre la mortalidad por vacunas eran tan defectuosos que el mes pasado pidieron que se retirara el conjunto de datos, diciendo:

"Todas las anomalías en el conjunto de datos introducen un sesgo a favor de los análisis que respaldan la 'seguridad y eficacia' de la vacuna. El hecho de que estos datos se utilicen como justificación continua de la eficacia y seguridad de las vacunas contra la covid es, por lo tanto, ahora un asunto de preocupación y escándalo nacional.

"Creemos que se requiere una investigación sobre cómo y por qué el conjunto de datos de la ONS es tan defectuoso y corrupto. Mientras tanto, pedimos: la retirada pública del conjunto de datos de la ONS; y la retractación de cualquier reclamo hecho por otros que se base en él".

Esta falta de datos confiables posteriores a la vacunación, para establecer la tasa de lesiones por vacunas y el número de personas que han muerto después de la vacunación, de fuentes oficiales es un problema generalizado en todo el mundo.

Debido a la campaña meticulosamente planificada de censura masiva en la que todos nos encontramos, más banderas rojas de las que se pueden contar fueron ignoradas por los sistemas de vigilancia de vacunación "muy rigurosos" que supuestamente garantizaban que no hubiera problemas de seguridad con estas vacunas.

La industria farmacéutica ha sido capaz de establecer un tipo especial de privilegio dentro del sistema legal y ha hecho que sea muy difícil demostrar que las vacunas pueden ser culpables de cualquier cosa. Debido al inmenso poder detrás del complejo médico-industrial, aquellos que debaten este programa se han visto en una situación similar a tratar de competir mientras tienen las manos atadas a la espalda.

Recientemente, un partido político alemán, la AFD, ha obtenido datos a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información. Demostró que muchas de las condiciones que asociamos con las lesiones por Covid-19 aumentaron notablemente, cinco veces o más, cuando se inició la campaña de vacunación.

En febrero, una compañía de seguros de salud alemana, BKK ProVita, publicó un análisis de datos de 10,9 millones de personas aseguradas con ellos. Sin embargo, los datos obtenidos por la AFD revelan información sobre siete veces ese número de personas. El 12 de diciembre, la AFD organizó una conferencia de prensa para revelar los datos de 72 millones de pacientes que habían obtenido, el 90% de los alemanes con seguro médico obligatorio.

Un médico del medio oeste proporcionó más detalles en un Substack reciente que hemos reproducido a continuación. "Hay una inmensa cantidad por determinar aquí, y creo que representa la evidencia creíble que hemos estado buscando desde el comienzo de la pandemia para tener una métrica objetiva para cuantificar el impacto de la lesión por vacunas".

 El conjunto de datos más importante de la pandemia acaba de ser publicado por un médico del medio oeste

La mayoría de las personas cuerdas creen que la carga de probar la seguridad debe recaer en la parte que realiza una acción cuestionable, en lugar de en su víctima. Por ejemplo, si un criminal le disparó a alguien, la fiscalía no estaría obligada a probar que la muerte repentina de la víctima después de la herida de bala no fue solo una coincidencia espontánea, el resultado de un estrés extremo de la situación o debido a una condición médica preexistente.

Desafortunadamente, la industria farmacéutica ha podido establecer un tipo especial de privilegio dentro del sistema legal y ha hecho que sea muy difícil demostrar que las vacunas pueden ser culpables de algo. Debido a esto, recientemente tuvimos una avalancha de vacunas experimentales obligatorias para la población, que nunca fueron probadas para determinar su seguridad (a pesar de muchas preocupaciones serias con su diseño), cuyos datos de ensayos clínicos (probablemente fraudulentos) nunca se pusieron a disposición del público.

Entonces tuvimos, que yo sepa, la campaña de propaganda más agresiva de la historia, y vi a la mayoría de mis colegas perder la capacidad de reconocer cualquier problema relacionado con las vacunas. En cambio, desarrollaron una devoción religiosa casi surrealista a la salvación venidera (las vacunas disponibles).

Una vez que las vacunas ingresaron al mercado, una variedad de banderas rojas comenzaron a sonar indicando que estas vacunas estaban matando a las personas, y en lugar de abordar estas preocupaciones, el gobierno, en concierto con los medios de comunicación, optó por negar que algo de esto estuviera ocurriendo. En cambio, ordenaron las vacunas a toda la población. Estaba comprensiblemente preocupado de que las vacunas causaran problemas y traté de hacer mi parte para evitar esto en 2020, pero no esperaba nada en la escala de lo que hemos encontrado desde entonces.

Personalmente me involucré en todo esto porque poco después de que las vacunas ingresaron al mercado, comencé a tener muchos amigos y pacientes que se acercaron para preguntarme si la vacuna podría matar porque alguien que conocían había tenido una trágica muerte súbita después de la vacunación. Una vez que me di cuenta de la magnitud del problema, me di cuenta de que, aunque mis opciones disponibles eran limitadas, al menos podía hacer todo lo posible para documentar cada caso enviado para que alguien fuera testigo de lo que había sucedido. De lo contrario, los muertos no tenían voz. Aparte de saber que tenía el deber de compilar esta lista, no estaba seguro de qué hacer con ella.

Más tarde, después de que alguien amablemente ayudó a lanzar THIS Substack, decidí publicarlo y terminó siendo visto por mucha gente ... y así es esencialmente como terminé escribiendo AQUÍ.

Debido al tiempo que tomó verificar cada caso, me di cuenta de que tenía que terminarlo un año después (momento en el que supe de 45 personas que tenían lesiones críticas o fatales de naturaleza similar muy cerca de la vacunación). Desde entonces, sigo escuchando informes que periódicamente documento y discuto.

Por ejemplo, una buena amiga es enfermera en una unidad cardíaca y me ha dicho que muchos de los pacientes que ve ahora con insuficiencia cardíaca son mucho más jóvenes que hace unos años. Anteriormente le aconsejé que no se vacunara debido a sus antecedentes de fiebre reumática (una afección en la que el sistema inmunitario ataca y daña parte del corazón).

Esto se debió a que había notado que tanto Covid-19 como especialmente su vacuna parecían causar brotes inflamatorios en sitios anteriores de inflamación (la vacuna también tiene una tasa notablemente alta de exacerbación de afecciones autoinmunes preexistentes, como la tasa del 24.2% encontrada en una encuesta israelí reciente que es comparable a lo que algunos colegas han observado). Hace un mes, esa misma amiga me informó que había desarrollado una afección cardíaca por la vacuna, que su madre también tenía, y que la pareja de su hermano está sufriendo complicaciones a largo plazo por un derrame cerebral que siguió inmediatamente a un refuerzo.

Mirando hacia atrás, lo que encontré más decepcionante de mi propio proyecto de documentación fue que una vez que se volvió viral, debería haber provocado que los reguladores de medicamentos que evaluaran las vacunas tomaran medidas preventivas. En cambio, debido a la campaña meticulosamente planificada de censura masiva en la que todos nos encontramos, más banderas rojas de las que puedo contar fueron ignoradas por los sistemas de vigilancia de vacunación "muy rigurosos" que supuestamente garantizaban que no hubiera problemas de seguridad con estas vacunas.

Debido al inmenso poder detrás del complejo médico-industrial, aquellos que debaten este programa han sido puestos en una situación similar a tratar de competir mientras tenemos las manos atadas a la espalda. Sin embargo, a pesar del inmenso grado de corrupción, retención de datos críticos y censura, estas vacunas son lo suficientemente peligrosas como para que cada vez surjan más pruebas de su peligro, y el público está empezando a reconocerlo. El artículo anterior que se publicó detallaba cómo parece estar sucediendo esto:

Ahora tenemos una estimación clara de la tasa de lesiones por vacunas, un médico del medio oeste, 11 de diciembre de 2022

Después de su publicación, un lector me informó que posiblemente el conjunto de datos más importante de los últimos dos años se publicó el 13 de diciembre. Gran parte del contexto de este artículo se puede encontrar en el anterior.

Datos alemanes
Una de las conclusiones deprimentes que uno obtiene al estudiar la literatura basada en la evidencia es descubrir cuántos problemas existen dentro de ella y cuán difícil es saber en qué fuentes de datos se puede confiar. Uno de mis autores favoritos, el Dr. Malcom Kendrick, dedicó un libro a abordar este tema y compartió una anécdota pertinente para los eventos de hoy:

En realidad, las cifras sobre el daño de las vacunas son extremadamente difíciles de analizar, porque la causalidad es muy difícil de probar caso por caso. Sin embargo, cuando se trata de hallazgos negativos, siempre me gusta ir a Alemania. Se ha demostrado muchas veces que los alemanes son los más propensos a informar los resultados negativos con precisión. Sí, lo sé, terribles estereotipos raciales, pero un hecho es un hecho. ¿Qué tienen que decir los alemanes al respecto?

Entre 1978 y 1993 se notificaron al Instituto Paul Ehrlich (PEI) aproximadamente 13.500 casos de efectos no deseados resultantes de medicamentos para vacunas. la mayoría fueron reportados por la industria farmacéutica. En 40% [5,400] de estos casos, las complicaciones fueron graves, y 10% [1,350] se relacionaron con muertes debido a los efectos.

Además, como aprendí de Kendrick, desde principios de 2001, la ley federal de protección contra infecciones ha ordenado que las lesiones graves específicas de las vacunas se informen inmediatamente directamente al PEI (el equivalente alemán de la FDA para vacunas y productos biológicos). La lista alemana de lesiones reportables es mucho más amplia de lo que he visto reconocido por muchos otros países (por ejemplo, aquellos por los que es posible recibir compensación dentro de los Estados Unidos) e incluye las complicaciones previamente discutidas de DPT junto con muchas de las reacciones típicamente asociadas con las vacunas Covid-19.

Debido a su tradición de informar reacciones adversas a la vacunación, Alemania (o al menos algunos alemanes) ha sido más resistente a seguir la línea del partido de ocultar los peligros de las vacunas Covid-19 que muchos otros países (aunque, sin embargo, ha habido problemas atroces de subregistro y ocultación deliberada de datos críticos de seguridad por parte del gobierno alemán por el que mis amigos están enfurecidos). A su vez, algunos de los datos de vacunas más críticos disponibles provienen del pueblo alemán, ya que muchos de ellos han conservado su integridad intelectual durante la pandemia.

Por ejemplo, aunque las autopsias siempre deben realizarse a aquellos que murieron sospechosamente después de la vacunación, debido al clima global de intimidación contra la realización de cualquier tipo de investigación que desafíe el programa de vacunas Covid, rara vez se hace. En cambio, casi todas las autopsias han sido realizadas por unos pocos patólogos valientes en Alemania, y he tratado de detallar el trabajo del patólogo a lo largo de mis publicaciones (por ejemplo, ver AQUÍ).

Algunas de las contribuciones más importantes de estas autopsias incluyen:

Demostrando que hay una inflamación tisular altamente inusual en aquellos que murieron después de la vacunación. Los patólogos no habían observado este fenómeno antes de las vacunas Covid-19, y sospechaban que esta inflamación sería fatal.

Demostrando que la proteína de pico de Covid también se podía encontrar en los tejidos de los que murieron.
Demostrando que otra parte clave del virus SARS-CoV-2 no estaba presente, lo que significa que la única fuente posible de la proteína espiga era la vacuna.

El estudio más definitivo sobre este tema se completó recientemente. Examinó a 35 individuos que murieron dentro de los 20 días posteriores a la vacunación, y después de un largo examen excluyó a 10 que tenían una posible causa de muerte distinta de la vacunación. De los 25 restantes, la mayoría tenía causas de muerte que con frecuencia se relacionaban con la vacunación, y de ellas, se encontró que 5 tenían miocarditis potencialmente relacionada con la vacuna, y en 3 casos se determinó que la vacuna era la causa definitiva de su miocarditis y muerte. Estos resultados son muy importantes para condenar las vacunas si también se puede demostrar que se está produciendo un gran número de muertes inesperadas después de la vacunación.

La religión de los datos Cada grupo necesita tener algún tipo de ideología para unirse. Actualmente, una de las fijaciones dentro del mundo occidental es que cada vez más datos sean la salvación para todo. A su vez, hay muchas preocupaciones con este enfoque (por ejemplo, deshumaniza a las personas, su "necesidad" se utiliza para justificar la violación del derecho de los ciudadanos a la privacidad y se está utilizando para construir una infraestructura que controla todos los aspectos de nuestras vidas).

Aunque a menudo se afirma que los datos son nuestra salvación, y admitiré que a veces son bastante útiles, en muchos otros casos, fallan abismalmente en abordar nuestros problemas. Una razón importante de este fracaso es que nadie quiere analizar críticamente todos los datos que recopilamos si esos datos sugieren que deberíamos dejar de apoyar un interés financiero arraigado.

Soy más consciente de esto en el cuidado de la salud, ya que conozco numerosos sistemas que fueron diseñados para analizar registros médicos electrónicos e identificar qué producto farmacéutico funcionó mejor para una afección, o si un producto farmacéutico (o vacuna) era peligroso. No es sorprendente que todos estos sistemas no se hayan adoptado, y lo mismo se puede ver en otros aspectos de la atención médica (por ejemplo, todos los datos de codificación de diagnóstico que los proveedores de seguros médicos recopilan como condición para el reembolso a los proveedores de atención médica).

El mayor proveedor de seguros de Alemania, BKK, ofrece cobertura a aproximadamente 10,9 millones de alemanes. Un miembro de la junta, Andreas Schöfbeck, observó algunos signos muy preocupantes en sus datos y, a diferencia de todos los demás, tuvo el coraje de revelarlo en una carta al gobierno alemán (por ejemplo, se dirigió al PEI), después de lo cual, fue despedido de su cargo.

El conjunto de datos de BKK fue el que mostró que el 2,05% de los receptores de la vacuna buscaron posteriormente atención médica con un proveedor de atención médica (otros estimaron que demostró que el 3,5% estaba luchando con efectos secundarios persistentes de la vacuna).

Esta señal de seguridad preocupante llevó a un partido político alemán, la AFD (un controvertido partido de derecha que ha ganado apelación al oponerse a los mandatos) a presentar el equivalente alemán de una solicitud de la Ley de Libertad de Información para el resto de los datos del seguro (nota: algunos amigos liberales de larga data en Alemania que se unieron a la AFD creen que "conservador" es una etiqueta más apropiada).

Recientemente, la AFD obtuvo los datos de AOK Sachsen-Anhalt, que una vez analizados, demostraron que muchas de las condiciones que asociamos con las lesiones por Covid-19 aumentaron notablemente cuando se inició la campaña de vacunación. Según esta entrevista y el traductor de Google, las condiciones que se quintuplicaron o más fueron:

 
El 12 de diciembre, la AFD organizó una conferencia de prensa para revelar los datos sobre 72 millones de pacientes (el 90% de los alemanes con seguro médico obligatorio) que habían obtenido de KBV, la asociación que representa a todos los médicos que reciben seguro en Alemania. Estos datos resumen el número de veces que todos los códigos de diagnóstico ICD-10 (un estándar internacional) fueron utilizados por los proveedores de atención médica alemanes para estos pacientes (fuera de los hospitales) desde el primer trimestre de 2016 hasta el primer trimestre de 2022.

Tom Lausen es un activista de datos que había revelado previamente que el PEI y el RKI (el equivalente alemán de los CDC) estaban ocultando datos de seguridad de vacunas y se le permitió analizar los datos de BKK y AOK. Para esta presentación, Lausen pudo proporcionar un resumen preliminar de los datos de KBV unos días después de su publicación:

El analista de datos Tom Lausen sobre los datos de los 72 millones de pacientes con seguro médico obligatorio, 12 de diciembre de 2022 (47 minutos)
Una traducción aproximada de esta presentación se puede encontrar AQUÍ (estoy seguro de que pronto estará disponible una mejor). Si se elimina este video, también se puede encontrar AQUÍ.

Algunos de los puntos enfatizados en esta presentación incluyen:

El PEI y el RKI habían fallado en su deber por ley federal de evaluar las lesiones de la vacuna Covid-19. Muchos de mis amigos y lectores también creen que han hecho un trabajo atroz al intentar ocultar las lesiones causadas por las vacunas, y estas agencias son frecuentemente castigadas por el pueblo alemán por su conducta.

Se estima que el 90% de las muertes sospechosas que ocurren después de la vacunación no se informan al PEI, y aproximadamente el 90% de las reportadas provienen del propio paciente o de su familiar (lo que demuestra que los proveedores de atención médica están fallando en su deber de informar las lesiones causadas por la vacuna).

Sin embargo, el PEI ha recibido más de 3,000 informes de muertes sospechosas después de la vacunación, pero carece de la autoridad para ordenar autopsias y, por lo tanto, no las ha realizado (afortunadamente, como se señaló anteriormente, otros grupos han tomado la iniciativa de hacerlo).

Para esta conferencia de prensa, se realizó una presentación que detalla los hallazgos preliminares de Lausen y las correspondencias con las agencias reguladoras, todo lo cual se puede encontrar AQUÍ. En la medida de mis posibilidades, traduje y modifiqué ligeramente las partes clave de la presentación para que pudieran ser accesibles para los angloparlantes, pero estoy seguro de que se traducirán más en los próximos días.

Los datos de KBV
Todos los datos de KBV se pueden revisar con una simple herramienta de búsqueda, aunque no parece funcionar para ciertos códigos ICD-10. Debido a la importancia de estos datos, para fines de preservación de datos, también proporciono una copia de los datos brutos que recibió la AFD: Descargar PDF AQUÍ.

Por último, esa hoja fue ordenada por ese lector para resaltar qué códigos tuvieron el mayor aumento en 2021-2022 (para aquellos de ustedes que están inclinados a los datos, es probable que desee crear esta hoja usted mismo, pero para todos los demás, esta es una excelente referencia para empezar):

En los próximos días, sé que muchos usarán estos datos para verificar nuestro trabajo identificando qué códigos en 2021-2022 tuvieron el mayor aumento (también puede hacerlo pieza por pieza con la herramienta ya disponible), y luego hacer una referencia cruzada a los aumentos reportados en VAERS u otros conjuntos de datos. Hay una inmensa cantidad que determinar aquí, y creo que representa la evidencia creíble que hemos estado buscando desde el comienzo de la pandemia para tener una métrica objetiva para cuantificar el impacto de la lesión por vacuna.

 
Este es probablemente el gráfico más importante de su presentación. Todos hemos escuchado historias de personas que murieron repentinamente después de la vacunación (incluso he leído un informe de un individuo que parecía estar en buen estado de salud golpeando en otra habitación y siendo encontrado muerto poco después por su cónyuge).

Este tema fue recientemente traído a la atención del público con 'Died Suddenly ', un documental que efectivamente llamó la atención sobre este tema, pero también tenía errores de hecho que fueron contraproducentes para persuadir al público de que este problema es real. Sin embargo, aunque algunas de las pruebas que Died Suddenly proporcionó para afirmar la existencia del fenómeno de la muerte súbita no pudieron resistir el escrutinio externo, no se puede decir lo mismo de los datos de KBV.

Además, una forma en que las personas han analizado los cambios inusuales en la salud después de las campañas de vacunación ha sido evaluar hasta qué punto caen fuera del rango esperado de variación (esto también se hizo para la hoja de cálculo final).

Hice un cálculo rápido para el gráfico anterior y descubrí que el aumento de 2021 de 2016-2020 fue de 37.7σ, mientras que el de 2022 fue de 41.0σ. Esto es un gran problema (la rareza de que un evento ocurra por casualidad aumenta exponencialmente a medida que aumenta el σ). Para el contexto, un evento 7σ tiene una probabilidad de 1/390,632,286,180 de ocurrir espontáneamente (se cree que ocurre una vez en mil millones de años), un evento 10σ ocurre espontáneamente una vez cada 5.249e + 020 años, y un evento 25σ ocurre por casualidad cada 1.309e + 135 años (no pude encontrar una referencia sobre las probabilidades para los eventos σ aún más altos observados aquí).

Dados estos números, es muy difícil argumentar que estos eventos no fueron causados por algo. En este sentido, también somos muy afortunados de que, si bien las vacunas se lanzaron rápidamente al mercado durante un período de tiempo demasiado corto para establecer la seguridad, ese proceso aún tomó un año. Debido a este retraso, es posible refutar el argumento comúnmente citado de que estos cambios se debieron a Covid-19 o los bloqueos, ya que solo ocurrieron en 2020 (la única excepción posible que se me ocurre es que Delta surgió cerca de finales de 2020).

 
Este es un gráfico similar al anterior, pero incluye la muerte súbita cardíaca, que como muchos de ustedes saben también aumentó "inesperadamente".

 
Dado que Alemania tiene una práctica de larga data de rastrear las lesiones causadas por las vacunas, este gráfico hace un punto muy importante. Se está produciendo un aumento real en las lesiones causadas por vacunas y no es el resultado de un sesgo que conduzca a un exceso de informes; Es el resultado de que las vacunas son peligrosas.

Dado que hay miles de códigos ICD que pude buscar en la base de datos (muchos otros aumentos, como los de ciertos cánceres, se destacaron en la presentación de Lausen), tuve que pensar en cuál de esos muchos aumentos sería el mejor para mostrar este artículo.

Anteriormente, propuse un modelo para los coágulos fibrosos inusuales observados en Died Suddenly que giraba en torno a las proteínas de pico que causaban un plegamiento incorrecto de las proteínas. En apoyo de este modelo, destaqué un aumento observado de una enfermedad de plegamiento incorrecto de proteínas extremadamente rara.

La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob generalmente ocurre en una de cada millón de personas cada año, lo que hace que su aparición inmediatamente después de la vacunación sea rara hasta el punto de sugerir causalidad. El aumento que propuse fue un punto clave de discusión para aquellos que no estaban de acuerdo con mi hipótesis del coágulo mal plegado, por lo que estaba ansioso por ver si un conjunto de datos actual podría evaluar lo que estaba ocurriendo.

 
Este aumento también es bastante grande y, a todos los efectos prácticos, imposible que haya ocurrido por casualidad (aunque mencionaré que los autores que publicaron la serie de casos originales que vinculan la vacunación Covid con 26 casos de ECJ también determinaron que Delta parecía tener una mayor capacidad para desencadenar el plegamiento incorrecto de proteínas, pero no creo que eso pueda explicar la tendencia anterior).

Finalmente, la presentación sobre los datos de KBV propone una tasa de mortalidad para las vacunas Covid. No pude verificar la metodología para este gráfico, pero deduje que se derivaba de las tasas de mortalidad observadas en los datos del seguro.

 
Conclusión
Dadas las implicaciones extremadamente preocupantes de los datos alemanes, no es sorprendente que los gobiernos de todo el mundo y los sistemas de salud o los proveedores de seguros se hayan mostrado reacios a publicar sus propios datos. Espero sinceramente que este comunicado abra las compuertas a revelaciones adicionales y estoy completamente de acuerdo con la conclusión de esta presentación:

 
Ojalá tuviéramos un partido político estadounidense que dijera lo mismo. Sin embargo, hay signos de esperanza; El 13 de diciembre, Ron DeSantis hizo algo increíble y solicitó un gran jurado contra Pfizer y Moderna, un paso esencial en el que algunos líderes de nuestro movimiento han estado trabajando para sentar las bases en los últimos dos años. También tengo la esperanza de que este gran jurado obligue al estado de Florida a publicar datos similares que puedan usarse para evaluar la seguridad de estas vacunas.

Recomiendo encarecidamente a aquellos de ustedes que puedan comenzar a mirar a través del conjunto de datos de KBV e identificar tendencias importantes que puedan correlacionarse con otras observaciones que hemos realizado en los últimos dos años. Creo que hay muchos artículos excelentes que podrían escribirse sobre ellos. ¡Les agradezco sinceramente a todos por su continuo apoyo!

Por último, dado que es importante presentar ambos lados del argumento, esta es la refutación de KBV de las tendencias indicadas por sus datos. En este punto, no estoy de acuerdo con su contraargumento dado el gran σ que encontré al mirar los datos con muchas condiciones además de la muerte, por lo que me inclinaría a asumir que este contraargumento es otro ejemplo del gobierno alemán ocultando datos sobre la seguridad de las vacunas. Mi objetivo principal es llamar la atención sobre estos datos para que numerosas partes independientes puedan analizarlos objetivamente.

Del mismo modo, si alguien puede proporcionar una refutación más sólida de los datos presentados aquí que KBV, también lo agradecería para que podamos ser honestos.

Sobre el autor
Un médico del medio oeste es un seudónimo de un médico estadounidense con múltiples trabajos que siempre se ha sentido atraído por la comprensión de las lesiones farmacéuticas.

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