Gracias a la llegada del republicano Kevin McCarthy como el nuevo Presidente de la Cámara de Diputados, y a una nota exclusiva del periodista Tucker Carlson, se publicaron grabaciones inéditas del día del mal llamado “Asalto al Capitolio” (6 de enero del 2021) que el gobierno demócrata había estado ocultando.

En las imágenes de vigilancia, se ve a dos oficiales de la Policía del Capitolio, que en ese momento respondían a la ex Presidente de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi, escoltando a través de los pasillos del Capitolio y hasta la misma puerta del Senado a Jacob Chansley, el apodado “Vikingo“.

Las imágenes fueron transmitidas en el programa Fox News de Tucker Carlson el lunes por la noche, luego de que McCarthy le otorgara acceso exclusivo a 40.000 horas de imágenes de vigilancia de ese día dentro y afuera del Capitolio, que había sido puestas bajo confidencialidad por la gestión de Pelosi.

“Prácticamente cada momento de su tiempo dentro del Capitolio fue grabado”, dice Carlson. “Las grabaciones muestran que la Policía del Capitolio nunca detuvo a Jacob Chansley. Ellos lo ayudaron. Actuaron como sus guías turísticos dentro del Congreso y le dijeron a dónde debía ir a protestar”.

En la grabación, se ve a los oficiales paseando a Chansley junto a otros siete policías que estaban de guardia fuera de la Cámara del Senado, mientras los legisladores federales estaban contando los votos fraudulentos del Colegio Electoral.

Los policías lo escoltan a varias entradas de la cámara que parecen estar cerradas. Eventualmente, lo ayudan a abrir una puerta y lo dejan pasar al recinto, que ya estaba vacío luego de que los diputados y senadores fueran evacuados.

Chansley, un veterano de la Marina de Arizona de 33 años, ha estado encarcelado durante casi cuatro años por “obstruir un procedimiento del Congreso”. Si bien la justicia admitió que ingresar al edificio no constata como una obstrucción, como ingresó “con una bandera que tiene un mástil puntiagudo”, la fiscalía argumentó que era una amenaza para la seguridad de los legisladores, y el juez consintió.

 
Según Chansley, los policías de Washington D.C. los dejaron pasar y los ayudaron a que asalten el Capitolio, una versión que hasta el momento no tenía evidencia que lo respaldara. “Mí único arrepentimiento que tengo es haber creído que cuando los agentes de policía nos indicaron que entráramos, eso era aceptable y lo podíamos hacer“, argumentó durante su juicio.

Algunos especulan que la policía ayudó a los manifestantes porque estaban de acuerdo con la protesta en favor de causa de Trump, pero otros remarcan que ningún policía fue procesado por haber sido cómplice, y que el hecho de que hayan guiado a los atacantes a los recintos y a las oficinas de los congresistas, podría indicar un plan de fondo.

Las razones para esto son múltiples. Tras el asalto al Capitolio se cerró definitivamente la discusión de si los fiscalizadores demócratas habían cometido fraude abusando del voto por correo durante los meses previos a la elección.

También, se inició un segundo proceso de impeachment que si bien fracasó en el Senado, podría haber inhabilitado a Trump de volver a presentarse. Luego, se lanzó la Comisión del 6 de Enero, que intentó, nuevamente, inhabilitar a Trump.

Ninguno de estos procedimientos fue exitoso, pero mermó fuertemente la figura de Trump, a pesar de que el entonces presidente pidió una manifestación pacífica y condenó los ataques cuando las personas empezaron a entrar al Capitolio.

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