Osakidetza ya adelantó el pasado jueves que era “improbable” que la mujer aislada en el Hospital Donostia con síntomas compatibles con una fiebre hemorrágica, estuviera contagiada de ébola. Ahora las pruebas médicas confirman esta hipótesis. La paciente no está infectada de ébola, sino de malaria.

La mujer de 54 años había regresado recientemente de un viaje a la República Centroafricana y comenzó a sufrir síntomas que hacían sospechar inicialmente que pudiera tratarse de ébola. Por esa razón, fue trasladada desde el hospital de Urduliz de madrugada al Hospital Donostia donde quedó ingresada y asilada en la Unidad de Alta Seguridad Biológica.

Osakidetza activó el protocolo y horas después adelantó que las primeras pruebas descartaban que se tratara de ébola pero que habría que esperar a los resultados definitivos. Ahora se confirma que la paciente, que está estable, sufre malaria y comenzarán a administrarle el tratamiento específico para esta enfermedad.

El resultado de los análisis realizados por el Centro Nacional de Microbiología, dependiente del Instituto de Salud Carlos III, han descartado la posibilidad de que la mujer hubiese contraído ébola, dengue, lassa, Crimea Congo, fiebre amarilla y otras fiebres diarreicas.

El Hospital Donostia donde permanece la mujer ingresada es uno de los siete hospitales españoles que disponen de una unidad con recursos especiales de alta seguridad y aislamiento para el tratamiento de este tipo de enfermedades.

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