Pedro Sánchez, ha salido indemne de la entrevista concedida a El Hormiguero de Antena 3 gracias a su habitual despliegue de excusas y victimismo pese a que en múltiples ocasiones el conductor del programa, Pablo Motos,  ha hecho una entrevista suave, el publico que asistía al plato reconocen ser votantes del PSOE.

El jefe del Ejecutivo, que ha visitado uno de los programas a los que él y su equipo atacan periódicamente acusándoles de ir en contra de sus intereses, ha aprovechado su intervención en el prime time televisivo para volver a cargar contra «la derecha mediática», afirmando que «hay una mayoría conservadora en las tertulias» que «nada tiene que ver con la proporción ideológica del país».

Ha llegado a manifestar que la Cadena Ser, El País o InfoLibre no tienen una línea ideológica cercana a su partido, como le intentaba hacer ver Motos.

Sánchez, haciéndose la víctima por las promesas de PP y Vox de querer derogar ,»el sanchismo» ha clavado a la perfección la definición de este concepto. Según el líder socialista esa palabra responde a «mentiras, maldades y manipulaciones». 

El presidenciable del PSOE ha equiparado también sus mentiras -o «cambios de posición», como dice él-, a las decisiones que tomaron Adolfo Suárez o Felipe González en su momento de legalizar al Partido Comunista o celebrar un referéndum para decidir la entrada de España en la OTAN, cuando antes habían mostrado su rechazo a ello. En palabras de Sánchez, todo lo que ha hecho ha sido «intentando gobernar para la mayoría».

«Mentir es decir algo que sabes que no es cierto con la intención de engañar», ha asegurado el jefe del Ejecutivo cuando ha sido preguntado por sus recurrentes mentiras a lo largo de los últimos cinco años. «Mentir para mí, es lo que ocurrió 11 de marzo, saber que quién está detrás no es ETA y seguir diciéndolo», ha sentenciado Sánchez esquivando la pregunta y, de paso, arremetiendo contra el Gobierno de José María Aznar.

Uno de esos cambios de posición del presidente se ha producido en relación con la situación política en Cataluña con cuestiones como los indultos que, en campaña electoral, rechazaba. Ahora, Sánchez asegura que, gracias a ellos, ha mejorado «la convivencia». Y ha negado que pueda tener otro cambio de opinión respecto al referéndum que siempre ha negado conceder al separatismo: «Constitucionalmente, no es posible».

Pedro Sanchez ha evitado defender ni rectificar la gestión de Irene Montero al frente del Ministerio de Igualdad. «No voy a cuestionar el trabajo de un ministro de mi Gobierno», ha explicado. «Cometimos un error y lo hemos resuelto», ha sentenciado, aunque haya sido «seis meses después».

Pedro Sánchez, que ahora trata de marcar diferencias con su ministra para capitalizar voto feminista, ha vuelto a repetir que decidió no destituirla pese a los errores que había cometido con la redacción de la ley del sólo sí es sí para anteponer «la estabilidad institucional». No obstante el líder del PSOE ha manifestado que «mis diferencias con Montero son públicas y notorias».

Falsamente, ha afirmado que «he asumido en primera persona esa equivocación» en relación a la ley que ha rebajado centenares de condenas a agresores sexuales y ha liberado a algunos de ellos. «Toda la responsabilidad, en primera persona» por los 1.127 agresores sexuales beneficiados ha sentenciado el jefe del Gobierno.

A la que sí ha querido defender y poner en valor Sánchez, durante su entrevista en Antena 3, ha sido a la vicepresidenta segunda y candidata de Sumar a la presidencia, Yolanda Díaz. «No compararía a Yolanda Díaz con Santiago Abascal», ha dicho el secretario general del PSOE con un tono enfadado.

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