Esta semana, Joe Biden ha perdido oficialmente su batalla legal que trató de obligar a los médicos cristianos pro-vida a matar bebés a través del aborto.

El miércoles, la administración Biden optó por no apelar un fallo de un tribunal federal que prohíbe al gobierno obligar a los médicos y hospitales religiosos a realizar abortos y procedimientos controvertidos de transición de género en contra de sus creencias y juicio médico profesional.

Los líderes médicos cristianos expresaron su preocupación por un nuevo mandato pro-aborto impuesto por la administración Biden, que tenía el potencial de cerrar la atención médica cristiana en todo Estados Unidos. Funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos habían planeado revocar una regla establecida durante la administración Trump, que protegía a los trabajadores médicos Pro-Vida de ser obligados a interrumpir bebés por nacer en abortos electivos o realizar procedimientos transgénero.

El 26 de agosto de 2022, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito bloqueó el mandato de aborto de Biden, dictaminando que los médicos religiosos no pueden ser obligados a realizar procedimientos como el aborto que contradigan sus creencias.

En otro caso, una coalición formada por hospitales católicos, una universidad católica y monjas católicas que administran clínicas de salud para ancianos y desfavorecidos demandó al gobierno federal para detener el mandato. Un tribunal federal determinó que el mandato era ilegal y bloqueó permanentemente su aplicación. Cuando la administración Biden apeló esta decisión, el Octavo Circuito confirmó el fallo del tribunal inferior.

La administración Biden permitió que pasara el plazo final para apelar ante la Corte Suprema, poniendo fin efectivamente a este mandato dañino e ilegal.

"Después de múltiples derrotas en los tribunales, el gobierno federal ha cedido en su controvertido mandato transgénero y sin apoyo médico", declaró Luke Goodrich, vicepresidente y abogado principal de Becket. "Los médicos hacen un juramento solemne de 'no hacer daño', y no pueden mantener ese juramento si el gobierno federal los obliga a realizar procedimientos dañinos e irreversibles contra su conciencia y experiencia médica".

"Estos médicos y hospitales religiosos brindan atención crucial a los pacientes necesitados, incluidos millones de dólares en atención gratuita y de bajo costo para ancianos, pobres y desatendidos", agregó Goodrich. "Esta es una victoria para los pacientes, la conciencia y el sentido común".

Esto marca el segundo desafío exitoso de Becket al mandato del aborto / transgénero. Becerra, Becket defendió una red de hospitales religiosos patrocinada por las Hermanas de San Francisco de la Adoración Perpetua y las Asociaciones Médicas y Dentales Cristianas. Becket logró una victoria para sus clientes en el Quinto Circuito, y la Administración Biden también optó por no apelar esa decisión ante la Corte Suprema.

La fecha límite del gobierno para apelar el caso ante la Corte Suprema era el 20 de junio.

En respuesta a esta noticia, los líderes Pro-Vida criticaron a la administración Biden por intentar obligar a los estadounidenses trabajadores a elegir entre practicar sus creencias y poder mantener a sus familias.

"Los médicos, enfermeras y otros proveedores médicos deben tener la misma protección constitucional, permitiéndoles vivir y trabajar de acuerdo con su fe", declaró Matt Bowman, abogado principal de Alliance Defending Freedom. "Sin embargo, la regla propuesta por la administración Biden dejaría a los profesionales de la salud en una posición en la que se ven obligados a llevar a cabo procedimientos médicos que contradicen directamente sus creencias religiosas, o corren el riesgo de perder sus empleos".

Los defensores del aborto, sin embargo, expresaron su apoyo al mandato de Biden. Jacqueline Ayers, vicepresidenta senior de política, organización y campañas de Planned Parenthood, declaró a Politico que estaban entusiasmados con la nueva regla introducida por la administración Biden. Tergiversando el tema, criticó las protecciones de conciencia como "discriminatorias".

"A medida que los políticos estatales continúan restringiendo los derechos y libertades sexuales y reproductivas de las personas, es esencial que la administración Biden-Harris revoque esta política discriminatoria y garantice que las personas puedan acceder a la atención médica y la información que necesitan cuando la necesitan", comentó Ayers. "Esperamos ansiosamente los detalles de la nueva regla y vemos esto como un paso adelante".

En realidad, la verdadera discriminación radica en obligar a los médicos y enfermeras a realizar abortos o arriesgarse a perder sus empleos, y los defensores Pro-Vida están instando al presidente a retirar su plan.

"Esta es una extralimitación ilegal y grosera del poder ejecutivo, e instamos a la administración a retirar esta propuesta dañina de inmediato", afirma Bowman.

Los líderes pro-vida temían que Biden trabajara para desmantelar la libertad religiosa de los trabajadores médicos pro-vida después de que su administración retirara una demanda el año pasado que defendía a una enfermera pro-vida que supuestamente fue obligada a abortar a un bebé por nacer. La enfermera de Vermont dijo que fue engañada para ayudar con un aborto electivo a pesar de que los médicos conocían sus objeciones; Ella dijo que le dijeron que ayudaría a tratar un aborto espontáneo.

Alabamos a Dios por esta victoria para los médicos cristianos pro-vida en todo el país. El enemigo continúa atacando la causa Pro-Vida, como lo ha hecho durante décadas, ¡pero el Señor siempre prevalece! 

 Evite la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter

Haz tu Donación

Síguenos en Telegram: https://t.me/impactoespananoticias

Twitter: https://twitter.com/impactoSumustv

Instagram: https://www.instagram.com/impactoespana?r=nametag

YOUTUBE:https://youtube.com/@impactoespananoticias

Odysee: https://odysee.com/@impactoespa%C3%B1anoticias:a

WhatsApp: 635967726