En su entrevista semanal del viernes en Kossuth Radio, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, dijo que "solo el dinero occidental mantiene viva a Ucrania y al ejército ucraniano operativo" y que Europa "está al límite de su capacidad" para apoyar aún más a Ucrania. Por lo tanto, "depende de Estados Unidos decidir el resultado" de la guerra, dijo Orbán.

En lugar de mantener el conflicto local como durante la anexión de Crimea, "Occidente eligió luchar hasta el último soldado ucraniano", acusó Orbán, escalando un conflicto regional "a un nivel occidental, europeo y luego global".

Orbán dijo que "si hay una guerra, entonces tiene sentido hablar de paz", ya que la guerra está "privando a cientos de miles de personas de una vida plena, incluidos miembros de la familia, niños huérfanos y viudas. Si la voz de la paz no es lo suficientemente fuerte, la percepción pública predominante entre los políticos será que la única solución en tal situación es la guerra".

"No habrá mejores condiciones para las negociaciones de paz que las actuales", dijo el viernes el ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, después de su reunión con el ministro de Relaciones Exteriores turco, Hakan Fidan. "Las condiciones de ayer fueron mejores que las de hoy, y las condiciones de mañana serán peores que las de hoy", dijo Szijjártó. Budapest todavía cree que "no hay una solución (militar)" para el conflicto.

Hablando en un evento del Mathias Corvinus Collegium en Esztergom, al norte de Budapest, el ministro de Relaciones Exteriores húngaro Szijjártó lamentó que Europa se haya "hundido en la psicosis de guerra".

"Esta guerra es mala, es brutal, con gente muriendo y el país (Ucrania) prácticamente reducido a ruinas; esta guerra debe ser terminada y condenada, nombrando claramente quién es el agresor y quién es la víctima", dijo Szijjártó. "Pero cuando pides conversaciones de paz, te llamarán apologista de Putin, propagandista del Kremlin o agente ruso".

Szijjarto señaló que la UE generalmente "pide inmediatamente un alto el fuego y conversaciones de paz cada vez que hay un conflicto armado en otras partes del mundo". En el caso de Ucrania, sin embargo, la paz es vista como "dañina e inaceptable".

 "Las condiciones para la paz serán peores mañana y ayer fueron mejores que hoy, porque ayer hubo menos muertos. Solo habrá más muertos mañana", dijo Szijjártó.

Szijjártó calificó de "espantosa" una propuesta de la UE que pide 20.<> millones de euros para armas para Ucrania en los próximos cuatro años, lo que significa que "la guerra continuará durante al menos otros cuatro años".

Szijjártó señaló que la UE está reteniendo fondos de Hungría debido a supuestas violaciones del "estado de derecho", pero ahora quiere que Hungría contribuya con 200 millones de euros a la guerra.

 La "verdadera razón" por la que Bruselas está reteniendo fondos de Europa es que está en "una misión para derrocar al gobierno demócrata cristiano y patriótico de Hungría", dijo Szijjártó.

"Esto es brutal porque citan la falta de democracia en Hungría como la razón de todos los procedimientos contra el país, mientras que son ellos los que pisotean la democracia y se niegan a aceptar la voluntad democrática del pueblo húngaro", dijo Szijjártó. "Bruselas y la burocracia europea son la mayor vergüenza para la democracia", agregó.

Respondiendo a una pregunta sobre el embajador de Biden, David Pressman, Szijjártó dijo que se espera que los embajadores extranjeros no interfieran en los asuntos internos del país anfitrión, ni deben participar en manifestaciones. "Si un embajador mío seguía interfiriendo con la política del otro país, lo recordaría al instante; no es su deber hacerlo, mientras que también es una falta de respeto hacia el país anfitrión", dijo el Ministro de Relaciones Exteriores.

En su discurso anual a la comunidad minoritaria húngara en Rumania el 22 de julio en Băile Tuşnad, Rumania, el primer ministro Viktor Orbán acusó a la UE de rechazar "la herencia cristiana, gestionar el reemplazo de la población a través de la migración y librar una ofensiva LGBTQ contra las naciones europeas favorables a la familia".

 "Hace apenas unos días vimos la caída de Lituania, que tenía una ley de protección infantil realmente buena, notable y excelente, que utilizamos como punto de partida al construir la nuestra. Y veo que, bajo una gran presión, los lituanos han retirado y anulado las leyes de protección infantil que habían adoptado en 2012. "Cuidado con los griegos que llevan regalos..." ¡Aquí es donde conduce la amistad estadounidense, queridos amigos!"

Orbán acusó a Europa de "crear su propia clase política, que ya no es responsable y ya no tiene convicciones cristianas o democráticas". El superestado europeo ha llevado a "un imperio irresponsable", dijo Orbán:

 "No tenemos otra opción. Por todo nuestro amor a Europa, por todo lo que es nuestro, debemos luchar. Nuestra posición es clara: no queremos que todos compartan la misma fe, y no queremos que todos tengan la misma vida familiar o celebren los mismos días festivos; pero insistimos en tener nuestra casa común, nuestro idioma común, nuestra esfera pública común y nuestra cultura común, y que esta es la base de la seguridad, la libertad y la prosperidad de los húngaros.

Por lo tanto, esto debe protegerse a toda costa. Por eso no vamos a transigir. No retrocederemos. En Europa insistiremos en nuestros derechos. No cederemos al chantaje político o financiero".

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