Los partidos políticos acumulaban a principios de 2020 una deuda de 160 millones de euros, con el PSOE en cabeza con 52,44 millones en créditos seguido del PP con otros 38,53 millones, Izquierda Unida con 14,55 y Ciudadanos con 7,92, según consta en el último informe de fiscalización realizado por el Tribunal de Cuentas, correspondiente a los años 2018 y 2019.

En ese informe, se indica que la deuda con entidades de crédito registrada por las formaciones políticas al cierre del ejercicio 2019 ascendió a 145,72 millones de euros, de los que 76,44 millones corresponden a deudas con garantía hipotecaria, 27,25 millones a deudas con garantía no hipotecaria y 42,03 millones a deudas de naturaleza electoral.

A eso hay que sumar las deudas con prestamistas particulares, incluidos los microcréditos, que ascendieron a 14,37 millones de euros.

A fecha 1 de enero de 2020, la deuda total de las formaciones políticas representaba un 31% de su balance. Ese 2019 fue año electoral, con municipales, autonómicas, europeas y dos convocatorias de generales, lo que propicia la contratación de préstamos o el recurso a los microcréditos entre ciudadanos.

La formación con mayor importe de deuda fue el PSOE, con 52,45 millones (el 40% de su balance), la mayoría con entidades de crédito salvo 6,23 millones de microcréditos para su financiación electoral. A ello se pueden añadir los 11,54 millones que debe el PSC, que jurídicamente es un partido independiente.

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Detrás aparece el PP con una deuda de 38,54 millones de euros, casi un 39% de su balance al cierre del ejercicio, y casi todo créditos con bancos porque su deuda con terceros no llegaba a los 350.000 euros.

LA DEUDA DE IU ES EL 77% DE SU BALANCE
Izquierda Unida aparece en tercer lugar con una deuda 14,55 millones de euros, una cifra cuantitativamente menor pero muy relevante para su situación porque suponía el 77% de su balance anual.

Igualmente, su referente catalán de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) arrastraba una deuda de casi 565.000 euros y su aliado de Iniciativa per Catalunya (ICV) debía otros nueve millones de euros y su situación contable presentaba 'números rojos'.

Además de los 11,4 millones que debía el PNV, en el informe destaca también el caso de Ciudadanos, que a fecha de cierre del ejercicio 2019 tenía una deuda de 7,92 millones, derivada de convocatorias electorales y, desde entonces, su trayectoria ha ido de derrota en derrota: desaparición en Euskadi y en Madrid, un escaño en Castilla y León, y pérdida del 80% de concejales en las municipales de este año, hasta su decisión de no presentarse a las generales de julio.

También Convergéncia (CDC) arrastraba una deuda de 4,36 millones de euros al empezar 2020, aunque en su caso ya es un partido en concursos de acreedores.

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