LA CONTRA ARMADA INVENCIBLE: LA DERROTA QUE ESCONDEN LOS INGLESES

De los 180 barcos y los más de 27 mil soldados que zarparon, volvieron 102 buques y 3.722 hombres

Sección Histórica 28/12/2023 Carlos Llanas
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ARMADA INVENCIBLE

Entre 1585 y 1604 se produjo la llamada guerra angloespañola entre las dos principales potencias del mundo en aquel momento: las monarquías inglesa y española. El episodio más recordado de ese conflicto es la derrota de la llamada Armada Invencible del rey Felipe II, en parte gracias a la historiografía británica que explotó al máximo esa victoria. Pero de la misma manera que se ensalzó esa victoria (a medias), se quiso olvidar un desastre inglés que sucedió justo después de esa “victoria”. Hoy hablamos del fracaso de la llamada Contra armada inglesa.

 Devolverla con la misma moneda

 En 1588, Felipe II mandó a Inglaterra la Grande y Felicísima Armada, que contaba con 137 buques y 25.696 soldados que se iban a reunir con los Tercios de Flandes para invadir Inglaterra, ya que el papa Sixto V le dio la autorización al rey de la monarquía hispánica para que ocupara el trono inglés porque la reina Isabel I había ejecutado a María Estuardo, la cual era católica, había sido reina de Escocia y consorte del rey de Francia. Felipe II también invocó su antiguo status de rey consorte de los ingleses que había tenido durante su matrimonio con María I de Inglaterra, medio hermana de Isabel.

La expedición no salió como el rey esperaba. La Empresa de Inglaterra fue un desastre en el que se perdieron centenares de soldados y casi la totalidad de los barcos enviados. Lo peor de todo es que este desastre se sucedió más por culpa de los temporales que de las batallas.

Aun con esas, los ingleses se nombraron responsables de la retirada española y para humillar más a los vencidos, llamaron a su flota la Armada Invencible; nombre que ha pasado a la historia. Tras esta “victoria” y sabiendo de la debilidad que tenía la monarquía hispánica, la reina Isabel I quiso acabar con los españoles de la misma manera que ellos lo intentaron con ella: con una gran armada.

 La idea de la reina era crear una gran armada para acabar con los pocos barcos que sobrevivieron, cortar las rutas comerciales hispánicas con sus posesiones americanas y conquistar Lisboa para nombrar rey al prior de Crato don Antonio, nieto ilegítimo del rey Manuel I de Portugal que murió y por la cual, Felipe II (nieto y primo reconocido de Manuel I) pudo coronarse rey de Portugal.

A la reina inglesa también le interesaba poner como rey luso a Antonio, porque la ambición de este por ser rey le hizo prometer a la reina que si lograba la corona de Portugal, este se ofrecía a pagarle cinco millones de ducados, más un tributo perpetuo de tres-cientos mil ducados y la posibilidad de tener guarniciones inglesas en el reino y plena cooperación para luchar contra los españoles.

La idea era atacar primero el puerto de Santander, que tenía parte de los buques sobrevivientes de la Gran Armada y, a continuación, dirigirse a Lisboa. El 28 de abril de 1589, zarparon del puerto de Plymouth 180 barcos con 27.667 hombres comandados por sir Francis Drake como almirante y por sir John Norris como general. A esta flota se le llamó la Contra Armada.

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 ¿Un plan sin fisuras?
 El plan y las órdenes de la reina eran claras y parecía que los ingleses iban a tener una gran victoria. Pero todo se torció.

La reina Isabel quería una rápida contraofensiva para evitar que Felipe II pudiera recomponer su flota y es por esa razón que ordenó a Drake y a Norris a buscar financiación. De esta manera, la Contra armada se construyó con buques de la armada real y muchos barcos privados a los que se les prometieron grandes riquezas.

Es por esa razón que muchos de estos inversores exigieron atacar directamente Lisboa, para saquearla. Al ver que 20 buques se dieron la vuelta y para no quedar mal con la reina, Drake y Norris decidieron cambiar de rumbo y atacar La Coruña con la excusa de que había mal tiempo, de que en Santander existía el peligro de quedar rodeados por el enemigo y porque en la ciudad gallega, que era una ciudad fácil de conquistar, también acogió barcos de Felipe II siendo reparados.

 Los ingleses llegaron a la ría y 1.500 hombres ocuparon la ciudad gallega. Los invasores, mientras asediaban las murallas, hicieron un túnel por debajo del muro para volarlo. Sin embargo, el gobernador militar de Galicia, Juan Pacheco, ordenó el robustecimiento de la zona. Las mujeres de la ciudad fueron las que ensancharon y dieron consistencia al muro que provocó que, cuando Norris ordenó disparar al túnel para derribar la muralla, lo único que hizo fue provocar el derrumbamiento del túnel y sepultar a 300 soldados.

A pesar de ese contratiempo, los ingleses insistieron con el ataque y cuando parecía que la resistencia local caía, las mujeres de La Coruña ejercieron de apoyo. Al mando de María Pita, las madres y esposas de los soldados españoles arremetieron con espadas, picas, adoquines y piedras contra los invasores que se vieron obligados a retirarse.

 Drake y Norris recogieron a los soldados y los montaron a los barcos de nuevo para, ahora sí, atacar Lisboa.

 Para atacar la capital portuguesa, los ingleses pretendían hacer un ataque combinado por vía marítima y por vía terrestre. De esta manera, mientras los barcos de Drake se dirigen a Lisboa por la costa, Norris y sus soldados iniciaron una caminata de 70 kilómetros para llegar a la capital de Portugal. En aquel momento, los soldados ingleses ya se encontraban muy desmotivados tras la contundente derrota sufrida en La Coruña y tras una caminata donde encontraron una fuerte resistencia local.

En el bando español, Felipe II preparó fuertemente las defensas de Lisboa para el ataque enemigo. La flota inglesa fue recibida a cañonazos y son parados en seco. Después de eso, las tropas españolas atacaron de noche a los ingleses que causó centenares de bajas y, a los pocos días, las tropas de Felipe II llevaron a cabo otro ataque que acabó por derrotar a los invasores.

Norris y Drake intentaron huir a la desesperada en direcciones opuestas, prueba de la desbandada inglesa, mientras que los españoles los persiguieron, continuando con la sangría. Ante tal situación, uniéndose a ella, para colmo, episodios de peste y hambruna en los barcos, Norris y Drake decidieron retirarse a Inglaterra atacando puertos como los de Madeira o Vigo.

 De los 180 barcos y los más de 27 mil soldados que zarparon, volvieron 102 buques y 3.722 hombres.

Bibliografía
 

●      https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-moderna/20210905/7696290/armada-mayor-desastre-naval-inglaterra.html

 ●      Conferencia, Contra Armada. La mayor catástrofe naval de Inglaterra, el historiador y escritor Luis Gorrochategui  conferencia ofrecida el 14 de junio en el Fuerte de Almeyda.

 ●      Artículo “La Contraarmada” de la web https://amartemilitares.es/revista 

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