Tras la aprobación por la Unión Europea del desastroso pacto migratorio y en vísperas de las elecciones al Parlamento Europeo, el ministro de Finanzas de Hungría, Mihály Varga, recomienda a los votantes que se pregunten «si quieren vivir en un país inundado de inmigrantes o alzar su voz en contra».

Aunque Hungría, un país de solo seis millones de habitantes, parece cada día más el David frente al Goliat de Bruselas, en realidad representa la opinión mayoritaria en territorio comunitario, donde siete de cada diez europeos cree que hay que parar la inmigración masiva.

 El país vuelve a posicionarse en solitario frente a Bruselas con la declaración de altos funcionarios húngaros comprometidos públicamente a desafiar las medidas del controvertido Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo de la Unión Europea.

En declaraciones a periodistas húngaros en la capital comunitaria, Varga dijo que Budapest no se adheriría a las nuevas reglas relacionadas con las cuotas de inmigrantes, una medida que probablemente resultaría en la imposición de nuevas sanciones financieras por parte de Bruselas. «Hungría no acepta la imposición de cuotas de inmigrantes», dijo Varga.

«Es particularmente perjudicial e irrazonable que, basándose en las disposiciones del nuevo paquete de asilo de la UE, aquellos países que no estén dispuestos a aceptar inmigrantes en su territorio de acuerdo con la cuota obligatoria deban pagar una multa de 20.000 euros por migrante», añadió.

El Ministro dijo que la opinión húngara es que la crisis migratoria «no debería importarse a Europa” y afirmó que las reformas equivalen a una “invitación enviada a los migrantes«, insistiendo en que las soluciones deberían encontrarse en los países. de origen para disuadir a los migrantes de intentar reubicarse.

Además, acusó a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo, de mayoría izquierdista, de ser «inflexibles» en la cuestión de la migración masiva; También dijo al pueblo húngaro que se necesitaba un cambio en Bruselas y que tenían la oportunidad de lograrlo en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes.

«El 9 de junio, cada ciudadano húngaro tendrá la oportunidad de expresar con su voto su posición sobre la cuestión de la migración. Todos los que están en las urnas deberían pensar si quieren vivir en un país inundado de inmigrantes o alzar la voz en contra», añadió. «No pagaremos por nada, no tendremos que aceptar inmigrantes de otros países. La UE no nos impondrá ninguna cuota de inmigrantes», afirmó.

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