Se llama simplemente José, tiene 85 años de edad, vive en un pueblo de la región murciana, viudo, cultura de nivel alto y es pensionista multi-medicado, hasta diez fármacos diarios, sufre varias patologías, cuatro, es tratado por una doctora del servicio murciano de salud y el hombre trata de sobrevivir con mucha entereza. Lo hemos conocido en distintos encuentros profesionales y aún anda, con esfuerzo y cumple el consejo de no deprimirse, pero se ha deprimido en la soledad de las olas de la pandemia.

El IMAS le ha concedido el grado UNO de dependencia hace  dos años. Ha  pasado el suficiente tiempo para que su cuerpo se haya deteriorado, y ha solicitado que el IMAS le reconozca el segundo grado previo informe de su médica, la señora RAQUEL, siguiendo las indicaciones de la asesora social.

Pero sorpresa el informe ultimo de hace un mes mejora sorprendentemente el anterior por lo que es imposible mejorar su situación física, social, sanitaria y humana, a pesar de que la dolorosa ESTENOSIS LUMBAR, una de sus dolencias, arrecia noche y día, la diabetes se mantiene, la tensión aprieta su viejo corazón y la próstata avanza su camino posiblemente hacia un tumor.

−MIRE DOCTORA, ES QUE NO PUEDO AGUANTAR MAS LOS DOLORES DE ESPALDAS, DE LAS PIERNAS Y DE LA RODILLA.

La respuesta no puede ser más ‘cariñosa’:

−Pues hombre de dios, tómese dos pastillas más de Zytran cuando le duela mucho, no se puede hacer más.

José me mira a los ojos, viejo amigo de mil batallas, y observo que da por perdida esta de resistir los ataques  de una sanidad que cojea en momentos críticos en manos de unos políticos que no han sabido estar en su sitio, y de algunos profesionales de la medicina hundidos en sus problemas síquicos y posiblemente agotamientos que le impiden acercarse a enfermos crónicos que viven en la más cruel realidad.

Estamos en actitud de denunciar ante el Servicio Murciano de Salud, porque un murciano es castigado fríamente. Nuestra preocupación es saber cuántos más están  en tan penosa situación, y si puede generar hartazgo.

P.D.- Aclaración, el GRADO UNO le da derecho a este amigo mayor, de ser atendido por un servicio de tele-asistencia privado, previo pago de 20 euros mensuales. No es gratis. De residencia, ni por asomo, están copadas a pesar de la mala fama de los 70.000 muertos por el virus letal.