En las escuelas, en los museos, en los libros, en la calle… cuando hablamos de la mitología romana y griega siempre sale aquello de; “el dios o la diosa X romana que es la versión del dios o diosa Y griega”. Desde siempre se ha extendido la creencia de que los dioses romanos como Júpiter o Venus son la copia romana de Zeus o Afrodita. Sin embargo, esta afirmación no es tan correcta como parece a simple vista y hoy lo vamos a ver.

 Una confusión religiosa

La causante de este falso histórico es, curiosamente, nuestra percepción monoteísta del mundo. Como es sabido, el cristianismo fue una revolución en el siglo I d.C porque traía un concepto jamás visto hasta entonces que era la creencia en un solo dios todopoderoso. Hasta entonces, eso incluye a las civilizaciones romana y griega, en cuestiones religiosas, todas las culturas eran politeístas y creían, por lo tanto, en diferentes deidades que cumplían diferentes funciones en el mundo. Este politeísmo compartido por todas las civilizaciones traía consigo la posibilidad de adaptarse las divinidades del vecino.

El monoteísmo, por su parte, al imponer la visión de un solo Dios considerado el auténtico, hace que se excluían los demás dioses, se les llame falsos ídolos y, al ver que diferentes civilizaciones comparten dioses similares se llega a la conclusión de que los dioses de la cultura más joven son la copia de los dioses de la cultura más antigua.

¿Y de dónde viene esta idea de la copia? Todos sabemos que los pueblos conquistados por Roma sufrieron un proceso de asimilación a la cultura romana llamado romanización. La romanización conllevaba la substitución progresiva de la cultura, las tradiciones y aspectos de la vida cotidiana del pueblo conquistado por la cultura, las tradiciones y el modus vivendi romanos. Y parafraseando a las aventuras del Asterix el Galo: “Toda Europa está romanizada por Roma… ¿Toda? ¡No!”.

Este proceso de romanización jamás llegó a completarse en Grecia, ya que, y eso es cierto, los romanos fueron grandes admiradores de la cultura y el arte de los griegos. Como hemos dicho, el politeísmo ofrece la posibilidad de aceptar e incorporar a tu visión divinidades de otras culturas hasta tal punto de que ni les cambias el nombre, a diferencia de los dioses griegos. De allí viene una de las confusiones.

Otro de los malentendidos para afirmar que la romana es la copia de la mitología griega son las actitudes de los propios dioses. Es cierto que sus vidas y los mitos que protagonizan estos dioses son muy parecidos y es cierto que la jerarquía es la misma, pero los dioses griegos son seres que, a diferencia de los homólogos romanos, vivan aislados del mundo en el Olimpo.

Otra diferencia importante es que los dioses griegos estaban más humanizados porque sentían celos, ira, amor, hacían fiestas, etc. También hay que recalcar que, por ejemplo, Júpiter, que se supone que era la copia de Zeus, no era el dios del rayo sino de la guerra. Finalmente, otro factor muy importante que demuestra que la religión romana era una religión única era que los romanos subdividían su religión entre la vida pública y la vida privada.

Los grandes dioses como Júpiter, Plutón, Minerva, Diana, Ceres, Baco… eran divinidades encaradas a la vida pública y política de Roma. Estas divinidades eran consultadas para la toma de decisiones que pudieran afectar al pueblo romano y, para ganarse su favor, estos realizaban rituales muy bien pautados porque los romanos eran un pueblo muy supersticioso.

Mientras tanto, en el ámbito privado, los romanos también adoraban a otras divinidades menores, pero muy importantes para ellos como eran los manes, los espíritus de los antepasados de la familia, los lares y penates, las divinidades protectoras del hogar, o los genios que eran los dioses protectores de los hombres. Muchas de estas pequeñas divinidades procedían de un origen más antiguo o del resultado del contacto con los etruscos, otro pueblo del Lacio.

Como hemos podido ver, los romanos nunca hicieron nada que las otras civilizaciones no hubieran hecho antes, pero sí que es verdad que su admiración por la cultura griega ha hecho que muchos hayamos crecido pensando que la mitología romana fue la Mercadona de la mitología griega.