Fernando Villén, quien fuera máximo responsable de la Faffe -la fundación pública para formar a los parados andaluces- usó los fondos públicos de la entidad para satisfacer "sus deseos lúbricos" y sus "vicios", se gastó 32.566 euros en su particular ruta de prostíbulos por Andalucía y, luego, trató de ocultarlo falseando la contabilidad.

Eso es, de forma resumida, la conclusión a la que ha llegado la Fiscalía Anticorrupción después de la investigación que, durante los últimos años, ha llevado a cabo la Guardia Civil por encargo del Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla. Las pruebas que se han reunido prueban, a juicio del Ministerio Público, que Villén pudo cometer un presunto delito continuado de malversación de caudales públicos y otro de falsedad y por ello pide una condena para el que también fue secretario de Empleo en la ejecutiva regional del PSOE de seis años de cárcel.

Anticorrupción, en un durísimo escrito de calificación, añade a la petición de prisión para Villén, una multa de 7.200 euros y seis años de inhabilitación para cualquier cargo público y dirige su acusación, además, contra la que fue mano derecha del ex director de la Faffe, la directora Financiera, Anna Valls, para quien solicita, igualmente, seis años de cárcel, otros tantos de inhabilitación y una multa de 6.000 euros. Ambos serán juzgados por un tribunal popular.

El papel de Valls -a la que Villén blindó su contrato- resulta clave para la Fiscalía, ya que junto su jefe simularon un plan para esconder los gastos en los prostíbulos que hacía Villén con las tarjetas de crédito de las que disponía por su cargo. Entre ambos, falsearon los números de la contabilidad de la fundación y fingieron que ese dinero se devolvía o lo justificaban con gastos falsos, como comidas o dietas de viajes.

Villén, relata el escrito del fiscal, tenía a su disposición tres tarjetas de crédito, dos de las que era titular el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y una tercera a nombre de la propia Faffe. Con ellas no sólo gastó 32.566 euros en clubes de alterne de varias provincias andaluzas, sino que, además, costeó compras en grandes almacenes, estancias en hoteles, visitas a discotecas, comidas en restaurantes y hasta facturas del mecánico.

Pero el Ministerio Público incide especialmente en su utilización en cinco prostíbulos de Sevilla, Cádiz y Córdoba entre los años 2004 y 2010, algo que hizo, destaca el fiscal en su escrito, "con desprecio a los más elementos deberes de su cargo" y en detrimento de los fondos públicos que debía administrar y que empleó en dar rienda suelta a sus "lúbricos deseos en locales de alterne y prostíbulos de la geografía andaluza" y, en ocasiones, especifica, en organizar "orgías con terceros no identificados".

Una de esas "orgías" en grupo a las que se refiere la Fiscalía Anticorrupción fue la que tuvo lugar los días 22 y 23 de marzo de 2010 en el club Don Angelo, en Sevilla, en la que Villén se gastó 14.737 euros. No lo hizo de una sola vez, sino que a lo largo de toda la noche realizó hasta 16 pagos con la tarjetas de crédito de entre 562 y 1.490 euros.

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La primera de estas juergas detectadas por los investigadores se produjo el 20 de octubre de 2004, poco más de un año después de que se crease la Faffe y él fuese puesto al frente. Fue también en el Don Angelo y la factura ascendió a 1.948 euros. En total, en este club a lo largo de los años se gastó 25.277 euros.

Pero también visitaba establecimientos como Top Show Girls, en Sevilla igualmente (gastó 2.591 euros); La Casita, también en Sevilla (780 euros); Sala Delux, en Córdoba (1.390 euros); y Bahía 2, en Chiclana de la Frontera (1.930 euros).

Para "pagar sus vicios", señala literalmente la Fiscalía Anticorrupción, con el dinero de la fundación y no ser descubierto, Villén contó con la cooperación de la directora financiera, persona de su confianza y a la que él mismo había colocado y ascendido a continuación.

Entre los dos aprovecharon el sistema de cajas que tenía la entidad para simular que Villén devolvía lo que gastaba con su tarjeta en los clubes de alterne, aunque en realidad el dinero nunca volvía a la entidad porque se justificaba acto seguido con gastos que no existían, como comidas o dietas por viajes. Una de estas comidas falsas ascendía a más de 2.500 euros.

Mención aparte le merece al fiscal la devolución de los casi 15.000 euros que Villén se gastó en la juerga del Don Angelo los días 22 y 23 de marzo de 2010. Aquel día el entonces presidente de la Junta, José Antonio Griñán, remodeló su gobierno y destituyó al hasta entonces consejero de Empleo, Antonio Fernández, superior directo del propio Villén y del que dependía la Faffe.

Aquellos gastos no fueron contabilizados nunca y lo primero que hicieron los dos acusados, apunta el fiscal, es simular el robo de la tarjeta de crédito. Dos días después, Villén envió a su chófer con un sobre de dinero en efectivo con el que pagó la fiesta y el encargado del club anuló los cargos de la tarjeta. El dinero salió directamente de las cuentas de la entidad y el mismo día se hicieron efectivos cheques por 6.300 euros que tampoco quedaron reflejados en los libros de contabilidad.

La Fundación Fondo Andaluz de Formación y Empleo, la Faffe, se constituyó en mayo de 2003 para el "fomento y promoción de los sectores productivos" de Andalucía y, en especial, como instrumento "para el fomento de la formación y el empleo". Llegó a tecer 52 centros en toda la comunidad y además de los gastos irregulares, la Guardia Civil constató que cerca de 200 de sus trabajadores fueron colocados por su vínculos con el PSOE o sindicatos.

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