El expresidente catalán Carles Puigdemont, abrirá pese a sus causas pendientes con la Justicia española y su detención el pasado jueves en Cerdeña, una oficina en pleno centro de Barcelona. Y lo hará sufragando su coste con dinero público, con la asignación que el Parlamento Europeo otorga a todos los miembros de la cámara para que abran una oficina en su destino electoral y puedan atender directamente a sus votantes. 

Así, según ha podido confirmar Impacto España, el expresidente de la Generalitat y los dos exconsellers que comparten destino en la eurocámara junto a é (Tony Comín y Clara Ponsatí) sufragarán con los fondos europeos el alquiler de una oficina junto al Paseo de Born de Barcelona, una de las zonas más céntricas y cotizadas de la Ciudad Condal.

En concreto fuentes del sector inmobiliario, el inmueble elegido es un bajo en la calle del Bonaire, una zona peatonal con entrada por la Plaça de les Olles y a diez minutos a pie del Parlament de Catalunya.

El reglamento del Parlamento Europeo estipula que cada eurodiputado tiene derecho a unos gastos máximos para oficina y asistentes personales de 25.620 euros al mes. Un dinero que  que pueden ser invertido tanto en oficinas en Bruselas o Estrasburgo como en el país originario del cargo electo. Esta es la normativa que ha posibilitado al expresidente catalán y sus compañeros montar la oficina que le de nueva visibilidad en pleno centro de Barcelona.

Una oficina atendida por varios asistentes
Por eso y según confirman fuentes cercanas a la operación inmobiliaria, el alquiler fue formalizado hace varias semanas y desde entonces, distintos profesionales de la construcción, pintores y decoradores trabajan en el emplazamiento elegido, a pie de calle y junto el llamado Paseo de Born de Barcelona, para abrir la oficina de los tres eurodiputados, atendida por varios asistentes sufragados también con dinero del Parlamento Europeo. 

De hecho y según la normativa, al contrario que las dietas personales, este dinero no va directamente a parar a la cuenta de los eurodiputados, si no que es abonado directamente por el hemiciclo tanto a los contratistas y dueños de las oficinas como a los asistentes que formarán la plantilla, para evitar el posible uso distinto de los fondos.