En España nadie está diciendo que lo que realmente nos sobran son políticos, asesores y meapilas sectarios; y que nunca por nunca los gobiernos nos han saqueado con tantos impuestos para mantener la panda de gandules (y gandulas) trajeadas de domingo, o unidas por asunto de fe, que es como se llaman en la intimidad los privilegios de las sectas. 

España, la España Feliz meridional, infectada a tope por la España Triste de las frías parameras castellanas que capitanea Madrid, las piedras con musgo y las sombras alargadas de rancias borracheras de agua bendita, está, estamos, de continuo advertidos de que es necesario que le estemos agradecidos al sistema capitalista que esté ahí velando como el clero por nuestra salvación, o, por el contrario, nos van a dejar sin luz, sin comida, y tiritando este invierno, porque nos estamos portando muy mal, y nos creemos que todo lo que hay es para disfrutarlo. 

Y menciono las dos Españas, porque mencionar el rincón del mundo que come, se muere después de una longevidad solitaria, sosa, aburrida, sin apenas felicidad, pero indiferente total hacia las gentes de sonrisa diaria, que viven menos años pero más intensa y plácidamente, por los que nosotros, los del rincón que comemos, no hacemos más que mandarles misioneros y onegés para joderlos y borrarles toda sonrisa; mientras nos pavoneamos de unos sentimientos de redención de formas de vida atrasada, cuando en la realidad lo que se pretende y se logra en muchas ocasiones, es que aquí nos jodamos todos. 

Todavía está por ver que la forma de vida de los bosquimanos, haya interferido en la forma de vida del rincón civilizado, democrático y adelantado, que come expoliando selvas, y los recursos de los demás. Y mientras en los rostros de los que viven de conformidad con su entorno, no se observan tristezas ni en sus personas mayores, y ni qué decir en sus niños, para encontrar una sonrisa placentera en un centro para mayores del rincón del mundo que come, hay que buscar mucho y, si se ve alguna, es fruto probable de algún chocheo senil. 

Nos organizamos en gobiernos, en el caso de España, municipales, regionales y nacionales; pero, al final las ramas mafiosas de esos tres troncos, que pretenden y han logrado ser más poderosos que los troncos de donde han nacido, han logrado que sus sombras, sus oscuridades y miedos, partan nuestro bacalao diario; y, nos estén amenazando la existencia de una oscura boca de lobo que es la suya, porque al lobo hace tiempo que lo despellejaron. 

Hay que ser muy fuerte y tener un gran poder mental para escapar ilesos a un asesino bombardeo diario de graves inconvenientes publicitados de catástrofes vigentes y otras que están por venir, que gentilmente nos la enumeran ellos, para que no vivamos felices y pacíficamente, porque el terror facilita el concepto y el encuadramiento en el listado de fieles y vasallos.   

En Cartagena, sin ir más lejos, la trinca municipal, nos está enumerando de continuo fórmulas arcaicas sociales que ni han producido calidad de vida con anterioridad, ni va a producir otra cosa que no sean gentes descalzas arrastrando cadenas tras lo que la idolatría llama tronos, solicitándoles, como recurso creíble, que le otorgue dinero y felicidad, sin especificar el orden del logro. 

Y precisamente por la falta de expresar con claridad que es lo que se desea en primer lugar en la rogativa, nunca desde el trono, se concede nada real y contrastado. 

Pero, lo que sí es seguro, es que entre amenaza y amenaza, nos están desvalijando, generalmente los más inútiles, pero los más carotas de la tribu. 

Salud y Felicidad sin covid. Juan Eladio Palmis