AMENAZAS Y CENSURA INFORMATIVA

Desde que empezó esta guerra, (que no la interna de Ucrania silenciada desde hace 8 años), se están cerrando cada vez más cuentas en Twitter de personas y politólogos que informan de manera documentada

Opinion 18/03/2022 María José Hernández H.
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Censura

Ante la gran censura de los medios de comunicación que tenemos en España y en Europa con respecto a la guerra Rusia-Ucrania, y ante la escalada de la rusofobia que están sufriendo los ciudadanos rusos en España y supongo que en otros países, no puedo evitar y me siento obligada por lo vergonzoso de la situación, a escribir estas líneas.

Después de cerrar en España RT (Russia Today) y SputnikMundo, medios de información rusos en las plataformas Meta (facebook e instagram), youtube y twitter, se cerró RT también en Telegram.

Desde que empezó esta guerra, (que no la interna de Ucrania silenciada desde hace 8 años), se están cerrando cada vez más cuentas en Twitter de personas y politólogos que informan de manera documentada sobre la situación bélica, sin coincidir con la línea oficial y unilateral. ¿Dónde está la pluralidad informativa? ¿Qué les pasa a la mayoría de periodistas que entran por el aro de la oficialidad omitiendo su deber como profesionales de investigar e intentar contrastar para poder averiguar y transmitir la verdad?

Sin embargo, y para que vean parte de este despropósito, Meta, según Reuters, permitirá a los usuarios de Facebook e Instagram llamar a la violencia contra los rusos en el contexto bélico y también las publicaciones que pidan la muerte de Putin o del presidente bielorruso Lukashenko. Increible ¿verdad?

Estamos ante un verdadero linchamiento en redes (aparte de los cierres de cuentas) de personas con conocimiento de la historia y la situación, cercanas al conflicto, politólogos, algún periodista e incluso algún militar. Algunos están siendo calumniados, difamados, insultados y en algunos casos amenazados incluidos familiares por aportar información y análisis fundamentados del conflicto distintos a la versión oficial y además o simplemente por ser rusos como en el caso de la politóloga Liu Sivaya.

Por si alguien duda de esta censura, escribo aquí las palabras textuales, del coronel Pedro Baños, a quien siempre he admirado y admiro, entre otras cosas por su honestidad y profesionalidad. Palabras que manifestó en el programa Horizonte (uno de los pocos espacios plurales en TV) emitido el 3 de marzo de este año.

“Y si hablamos de desinformación, aquí en este país hay gente que trabaja para los servicios de inteligencia extranjeros que está publicando en los principales periódicos y apareciendo en los medios de comunicación; cuando hay revistas sobre temas militares que son panfletos de la OTAN y así podía seguir con tantas otras cosas. Y si alguien se empeña puedo dar nombres y apellidos, es que ya está bien. Cuando hablamos de desinformacion, la primera desinformación la tenemos en nuestro país….Es que es muy triste lo que está pasando en Europa, que ahora mismo sí que hay una verdadera censura en lo que vaya en contra de la línea oficial”.

De hecho, parece ser que en alguna universidad española han comunicando a algunos profesores de la especialidad correspondiente, que se abstengan de participar o colaborar en medios de comunicación rusos.

El alcalde de Málaga, después de presiones varias, devolvió la medalla Pushkin a Putin y convocó un pleno extraordinario el pasado 10 de marzo donde se decidía la permanencia del Museo Ruso en la ciudad. Afortunadamente De la Torre lo mantendrá abierto pese al veto que promueve el Ministerio de Cultura (increíble señores), por tener, según dijo el plácet de Exteriores. Aclaró que la cancelación de actividades rusas se refiere a las de “nuevo cuño”, o sea, censura futura.

La Filmoteca de Andalucía canceló la proyección de ‘Solaris’, de Andréi Tarkovsky y El Festival de Cannes ha anunciado que no aceptará delegaciones rusas en su próxima edición

Mientras tanto, en el Parlamento Europeo, Borrell, fiel a su trabajo y a sus para quiénes, en su discurso del 8 de marzo y en su mismo twitter, escribió su intención de “proponer un nuevo régimen horizontal que nos permita sancionar a los actores de información malignos”. No sé a ustedes pero a mí lo del “maligno” me recuerda a otra época y al Antiguo Testamento.

En Florencia, hace pocos días pideron derribar una estatua de Dostoievski y la universidad Bicocca de Milán pretendió cancelar un curso sobre dicho escritor. Afortunadamente, tras la avalancha de críticas recibidas se impidieron tales despropósitos.

Pero no, según el señor Borrell, Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad desde 2019, hay un “maligno” pero no rusofobia.

Algunos ciudadanos rusos afincados en España, han declarado en algún periódico que sienten odio hacia ellos y que incluso sus hijos están siendo increpados en sus escuelas. No quieren dar su nombre por miedo. Algunas empleadas de hogar rusas están siendo despedidas para contratar a mujeres ucranianas. Esto, señores, solo refleja la absoluta miseria humana de algunas personas y el fruto de una sociedad corrompida, manipulada y llena de odio irracional. Y seguramente lo harán con el convencimiento de hacer un bien social y ganarse el cielo o lo que sea… Vayan ustedes a saber…

¿Pero qué estamos haciendo? ¿Hacia dónde estamos yendo? ¿A qué locura colectiva nos están empujando? ¿Pero es tan difícil de ver?¿Lo vamos a permitir? ¿Empezaría así a gestarse la alemania probélica del partido nazi liderado por Hitler? Dicen que la historia va por ciclos pero esta vez me temo que sería el fin de todos ellos y de nosotros.

Esta pervertida inducción colectiva; esta censura y amenazas a quienes informan sin sesgo; esta visión unilateral predominante en la mayoría de los medios de comunicación públicos y privados; esta ocultación de la realidad, en definitiva, esta rusofobia es, aparte de execrable, inhumana por humanidad y por la historia en sí misma. Se debe hacer memoria, memoria histórica.

Es el momento de recordar que el pueblo ruso y el Ejército Rojo (rojo sí disculpen, pero así se llamaba) fueron quienes liberaron a Europa y al mundo del nazismo. Se habla de 24 millones de rusos muertos en la II Guerra Mundial, bastante más del 50 % de la suma de todos los demás combatientes. Parece claro que quedó un germen que desde hace mucho tiempo está siendo alentado, armado y apoyado por unos en aras a sus intereses. O ¿quizá por todos, los más poderosos en connivencia?. Como digo siempre, en política y geopolítica siempre hay un más allá oculto para todos salvo unos pocos, que son quienes manejan todo.

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