Y con esto poco a poco llegó Sánchez y cayó postrado a los pies del rey moro. Si bien es cierto, España nunca ha sabido defender sus intereses, ni obtener réditos de sus antiguos territorios. Ya Hassan II -el papá del Mohamed VI- supo buscar el momento de mayor debilidad de nuestro Gobierno para lanzarnos la Marcha Verde, y aplicando el viejo proverbio árabe de “Siéntate en el umbral de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo” el hijo ha continuado con la costumbre y dejando que las mafias actúen a su libre albedrío que entre lancha y patera inundándonos de inmigrantes ilegales y hachís de Ketama, se ve que ni lo uno ni lo otro le han sentado bien a mas de uno, y a pesar del los flamantes Toyotas y los magníficos quads que les regalamos –que menos patrullando las frontera, otros cometidos tendrán- “si es que no conocemos bien a los vecinos del sur”.  Estos pavos que nos dirigen, probablemente no sepan que el gas viene de Argelia.

         Para los de la LODE, la LOGSE, la LOPED y demás zarandajas y leyes de educación, hasta la actual LOMLOE de la de la Celaá, cuya desvirtuación de la historia sitúa a nuestra juventud privados de una idea clara, voy a tratar de resumir, mas bien sintetizar lo que sucedió por aquellos años de las mal llamadas descolonizaciones, y no solo por lo que leí y me contaron, sino también por lo que viví.

        En primer lugar, aclarar que hablar del Sahara e incluso de Guinea, no es hablar de colonias al estilo europeo, pues los habitantes de esos territorios eran ciudadanos españoles, con DNI y los mismos derechos y obligaciones que los que residían en la península y los archipiélagos Balear y Canario y prueba de ello es que los escasos supervivientes, pues por edad pocos quedan, perciben pagas del Gobierno de España.

En sus colegios se estudiaban las mismas materias y con los mismos textos que estudiábamos aquí y la atención sanitaria, dentro de lo que había era igual, además de que se respetaban sus costumbres ancestrales y religiosas y la mayor prueba de ello era que los que pertenecían al Ejercito o la Marina de Guerra (que eran muchos) y profesaban el Islam estaban exentos de oficios religiosos Cristianos y no formaban parte de tropas que rindieran honores al Culto Católico. Los coches llevaban matriculas con la inicial de la provincia a la que pertenecían, no era raro ver a finales de los 60, sobre todo en las ciudades peninsulares más castrenses alguna placa que empezaba por SH (Sahara), RM (Río Muni) que portaban aquellos antiguos VW escarabajos, e incluso algún SEAT 600.

        Estos territorios africanos fueron ocupados por los europeos, que no conquistados, sencillamente porque no existían gobiernos ni fronteras. Francia con un 32% y Reino Unido con un 27% fueron los que mas bocado dieron al pastel, pero Alemania, Bélgica, Portugal, Italia e incluso Turquía también ocuparon su trozo, España solo el 1,5% y así entre finales del s XIX y principios del s XX sobre unos inciertos mapas de unos territorios aún no pisados por los europeos, trazaron unas líneas, demasiado rectas sobre todo en el norte y nacieron nuevos países.

En el caso de Marruecos cuyas tribus aún eran indígenas, se convirtió en un protectorado supervisado por España y Francia hasta que en 1.956 (no hace tanto) las cavilas de tribus de beréberes, previas puñaladas traseras correspondientes, erigieron un rey “Mohamed V” a la sazón abuelo del rey moro actual, y que no sabemos porqué se denomina “V” si antes de él no existió ningún otro rey, en tal caso eran jefes de tribus dispersas, y ni siquiera existía Marruecos como país. 

       Al independizarse Marruecos, el Sahara que no tenia nada que ver y que incluso sus habitantes nunca quisieron ser marroquíes, ya se encargó Hassan II (que tampoco sabemos bien porqué se denomina “II” por que en realidad era el primero) pues bien, con su inundación de la Marcha verde –y pobrecito del que se negase a ir- obligó a habitantes marroquíes a desplazarse hacia el Sahara ya que la ONU había establecido mediante el Plan Baker, hacer un censo para posteriormente un referéndum que determinara las preferencias de los saharauis, para ello España levantó hospitales y escuelas en los lugares mas transitados por las tribus beduinas, de forma que se establecieran al menos temporalmente para poder levantar ese censo.

El rey moro les chafó la guitarra –mejor dicho el buzuq-. Y en una España de entonces, con Franco moribundo y un futuro incierto, plagado de aspirantes a políticos que esperaban al acecho para empoltronarse, al obligar el Gobierno Español a las tropas españolas a salir del territorio en 1.975 (cuya orden no sentó bien entre los militares) mas bien por la forma que por el fondo, pues lo lógico hubiera sido esperar a la culminación del referéndum.

También empujadas por el Frente Polisario Saharaui, que muy equivocadamente, pues muchos disgustos nos dieron y después se quedaron con el culo al aire. Tanto Argelia como Mauritania también se echaron encima y tuvieron su guerra. Mauritania se retiró pronto y el Polisario se alió con Argelia a la sazón enemigo histórico desde antes y hasta ahora de Marruecos. Los habitantes del Sahara se establecieron en  campamentos de refugiados en la provincia de Tinduf en terreno argelino, bautizándolos con los nombres de El Aiún, Auserd, Esmara y Dajla que eran las ciudades del antiguo Sahara Español de donde procedían,  donde entre penurias aún permanecen desde entonces en un arenal y cubiertos de polvo del desierto, los más viejos con su DNI en el bolsillo de la chilaba.

   Ahora Sánchez le ha dado el descabello a la Republica Árabe Saharaui Democrática, bajo las promesas de que los gendarmes marroquíes repartan mas varazos en las costillas de los surafricanos que quieran saltar la verja, -digo solo a los surafricanos, porque a los suyos les abren las puertas cuando quieran- y que dejen de cobrar las mordidas de las mafias, -esto no se le ocurre ni al que asó la manteca- ¡Será ingenuo! Mientras tanto Argelia ya está engrasando la espita del gaseoducto para que no le cueste trabajo cerrarla o subir el precio. En resumidas cuentas, los refugiados morirán en el limbo en el que muchos han nacido, rodeados de arena y polvo del desierto; los desesperados surafricanos del sueño europeo recibirán mas jarabe de palo y nosotros pagaremos mas caro el gas, al tiempo que el rey moro sentado en el umbral de alguno de sus numerosos palacios ve como amplia su reino y su su guardia personal se pasea en los lustrosos Toyotas y juguetean con los quads por las dunas.

    La embajadora marroquí que llevaba varios meses en Rabat ya está de vuelta en Madrid y el embajador Argelino ha sido llamado a consultas, con indicios de no volver pronto.  

    Y nosotros nos asustamos por una nube de polvo sahariano, que tendremos que barrer a mano, para no enchufar la hidrolimpiadora “que la luz está muy cara” pero la culpa es de Putin y hablando de jarabes, cuando estos “chicos, chicas y chiques” inventaron el jarabe democrático después se indignaban cuando lo recibían, en huelgas son expertos, pero cuando se las hacen a ellos ¡Los sindicatos no, claro! “están muy ocupados chupando gambas” entonces los camioneros son unos fachas.  

    Y así y como de costumbre, hoy primer día de esta lluviosa primavera, enciendo el puro de los domingos, aunque en contra de lo habitual, adorne mis letras con una vieja fotografía en Tifariti (lo que fue el más lejano destacamento español en el Sahara) apoyado en la cola de los restos de un caza marroquí, que ahora las saharianas utilizan de tendedero, a vuestra salud y en perjuicio de la mía, aprovecho para enviar un fuerte abrazo a amigos y familiares. 

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