La guerra secreta es una forma antiquísima de combatir al enemigo, desde Judas, infiltrado en el equipo de los apóstoles, guerreros cristianos. La información y la desinformación son armas de destrucción masiva, y por ellos los golpistas catalanes han puesto los pies contra la pared denunciando al gobierno o a los gobiernos de España, de haber sido espiados con el sistema israelí llamado PEGASUS, un programa que lo mismo sirve para destruir un comando terrorista como matar a un general ruso utilizando a un francotirador o tirador de élite en un escenario simple.

Si se detalla que varios soldados saludan insistentemente a un recién llegado, ese objetivo es un jefe o general. O político peligroso. Y es cuando aprietan el gatillo desde mil metros de distancia. No suelen fallar. Ya han cazado así a ocho generales de Putin.  

Pegasus es un «spyware«, un programa desarrollado para acceder a la información del usuario que infecta. Este se «contagia» habitualmente clicando el enlace que llega por vía SMS simulando, por ejemplo ser un organismo oficial, y lógicamente puede acceder a los contactos almacenados, los mensajes, reuniones, las llamadas y grabar audio y vídeo sin que usted amigo lo perciba porque se trata de unos de los programas más sofisticados que existen en el mercado, comercializado por el Mossad, su empresa NSO.

Según un informe de la plataforma FORDBIDDEN STORIES, desde 2016 cincuenta mil personas a escala internacional han sido seleccionadas por al menos once naciones que «alquilan» el Código Pegasus, entre ellos, Marruecos, nuestro amado vecino y socio del Gobierno español. El Parlamento Europeo investigará, previa denuncia catalana, a los servicios de inteligencia y contrainteligencia españoles, que lógicamente niegan que no conozcan comercialmente a la empresa judía, que hace años asesoró al CESID, antes y después de Manglano, que montaba operativos a la caza de ultras, civiles y militares, politizando a una organización con prestigio, más fuera que en nuestro país. Y final, nos dicen fuentes competentes, que en España 67 individuos e individuas han sido controlados, Otegi hace pocos años, explica un estudio de la Universidad de Toronto.

Nuestras fuentes mantienen la impresión de que el equipo de informáticos de la universidad canadiense han venido trabajando a instancias de la GENERALIDAD CATALANA, y sus servicios de información. La denuncia de espionaje contra el Gobierno no trata de poner en un brete a Sánchez, sino que parece más bien una operación de maquillaje que esconde otras intenciones auspiciadas desde el exterior.

Sabemos así mismo que el caso del general Ghali, líder del Polisario, que vino a España a curarse del virus, fue detectado por el PEGASUS DE RABAT —EL SISTEMA CUESTA UNOS DOS MILLONES DE EUROS— un sistema que ahora es superado por otro denominado Prelatur, de fabricación israelita. Como se sabe, hace un año Marruecos reconoció al estado de Israel, con una mediación de Estados Unidos.

Finalmente apuntar que nos parece un grave error toda la información que se está dando en los medios oficiales de la salida, desde Rota, del moderno barco español de apoyo marítimo, que lleva armas para Ucrania, incluso la ruta hasta Polonia, aunque imaginamos que lleva la adecuada escolta naval.

 Evite la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter

Síguenos en Telegram: https://t.me/impactoespananoticias

Twitter: https://twitter.com/impactoSumustv