A una semana vista, me da la impresión que este próximo 1 de Mayo de 2022, las borrascas van a estar concentradas sobre los propios líderes sindicalistas que viven a cuerpo de rey, ¡digo! Más que ello. Para ese día que ha perdido por completo todo su significado, deberíamos hacer una pasarela para que por ella desfilaran los amantes de los ERE y todas aquellas cúpulas españolas amantes del trabajo que conlleva cómo servirse de todo bicho viviente de este país.

Ya de paso, a los del Mar Menor les dejaríamos también paso para el descalabro que han realizado durante más de 40 años bajos los signos socialistas y populares. Aquí, casi no queda especie sobre la tierra, mires por donde mires, que haya metido,sangrado o retorcido la vida a los pobres desgraciados que malviven y no tienen manera alguna de levantar la cabeza. Todos estos “alumbrados” , los cuales tienen sus raíces dirigidas hacia todos los campos del quehacer humano, borrachos de corrupción, dinero y marisquerías deberían dejar paso a celebrar a algo mucho más digno que antes se celebraba en España: San José Obrero, donde al menos, se miraba con gallardía la dignidad del ser humano y un día excelente para pasarlo en familia.

Mires por donde mires está todo entrampado y viviendo una doble vida de lo lindo pero dando tan mal ejemplo a la ciudadanía que éstos, con el tiempo, se han ladeado de todo lo que suponga un cierto compromiso hacia instituciones del Gobierno, primos hermanos de estos y hasta familias lejanas de esta vergüenza de personas y las que andan a su sombra.

Pero no crean que todo queda aquí en España, se está cociendo en grandes lugares donde se dice que son la lanza del Bienestar Social, de norte a sur y de este a Oeste. Ayer mismo me llegaba desde Miami la movida que está habiendo sobre los famosísimos premios de cine que, en menos de un año, se están desvaneciendo de la faz de la tierra después de un reportaje de investigación publicado en prensa. Estos también tendrían lugar en la pasarela por Madrid.

El desmayo y el fallecimiento definitivo de los Globos de Oro en Estados Unidos podría tener los días contados. Una historia de brillo, fama, éxito, dinero, traiciones y mentiras, donde asistimos a una parábola de lo fácil que es desaparecer del mapa en pleno siglo XXI. Para recordar, eran la antesala de los Óscar y se jactaban de tener más audiencia y mejor alfombra roja que los premios de la Academia de Hollywood. Se empieza por la falta de transparencia en la selección de candidaturas y de chanchullos en las películas premiadas; los generosos regalos que recibían los miembros de la asociación y ante todo este berenjenal, Tom Cruise devolvía sus tres globos de Oro y otros artistas renegaron de ellos en medio de un amplio despliegue informativo.

El boicot acaba por estallar cuando la NBC decide que no retransmitiría tal gala. Ahora queda por ver si los Globos de Oro, casi desinflados, llegarán a celebrar sus ocho décadas. Así está el patio. Otro Primero de Mayo más a la saca.

Estamos en los momentos de ser auténticos. Si la inteligencia es el arte de reducir lo complejo a sencillo, la autenticidad es el secreto de alcanzar la verdad sobre uno mismo. España y, lo que no es España, están viviendo momentos históricos repletos de confusión e incertidumbre, donde el ser humano, más que vestirse de Prada, lo hace con sus instintos más bajos. No existe una crisis de política, ni de las instituciones , sino de la persona. Dice un texto clásico: “la corrupción de los buenos es la peor”. Si deseamos ser optimistas ante lo que observamos hemos de ver la parte buena de las personas y su entorno. La autenticidad está encaramada en la cumbre donde habitan las personas  decategoría. Andamos de rebajas en este sentido y vemos a nuestro alrededor tanta gente que lleva una doble o triple vida. 

El concepto “auténtico” de autenticidad define a aquella persona que tiene en sí misma su propio, su fundamento: que es señor, señora,  y, esta etimología nos abre la puerta de este jardín frondoso lleno de sugerencias. 

Ser auténtico consiste en rebelarse contra uno mismo y esforzarse en ser coherente. Coherencia significa que entre lo que uno piensa y uno hace hay una estrecha relación. Coherencia es una buena realidad entre ideas y creencias, entre saber a qué atenerse y tener la conducta más correcta. La persona auténtica vive como piensa: es lo contrario de la doble vida o moral. Es rectitud, vivir con responsabilidad, ser capaz de ir contracorriente cuando el entorno social se vuelve permisivo y asoma el todo vale, el haz lo que quieras, o lo que se expresa en el lenguaje de la calle como “vive el momento y no pienses más”.  

Ser auténtico es ser verdadero. Tener una palabra y un comportamiento y la pretensión de mantenerlo contra viento y marea. Comporta sencillez y naturalidad. Sencillez es ausencia de doblez, unidad en el tipo de vida, tener un solo lenguaje frente a nosotros mismos y a los demás. A lo sencillo se tarda tiempo en llegar, pues es un acto de grandeza donde la persona se manifiesta como realmente es y no como los demás quieren que sea. La naturalidad es la vertiente aristócrata de la forma de ser: mezcla de espontaneidad, descomplicación, estilo propio, sin buscar la aprobación de los demás y siendo esa persona capaz de ponerse una especie de impermeable frente al qué dirán o las críticas más o menos incisivas de los que están a su alrededor, salvo que estén fundamentadas con argumentos. Si definir es limitar los conceptos, ser auténtico es patrocinar la alegría. Tal terminología, “autenticidad”, su significado, años atrás se estudiaba desde los ocho a los 11 años y era común verlo en casa. Ahora es políticamente incorrecto y eres bobo si no entras en tales desvergüenzas.

Los del Primero de Mayo de hoy día y tanto personal de alta gama que anda por las grandes esferas que desean que el mundo lleve el rumbo alicaído donde ellos conviven con la mentira diaria, afán de protagonismo y sacar tajada a cambio de que otros no tengan ni lo más necesario, ya deben pasar a la trasnochada desmemoria histórica. Ni se cree en ellos ni nos levantan el mínimo concepto de confianza, pero sí creemos en la mejora diaria del ser humano si se lo toma en serio, si inicia un nuevo caminar y un nuevo estilo de vida.

Lo mejor para el primero de Mayo: aprovechar y desvivirse en el Día de la Madre y mirar a los que tenemos a nuestro lado con los mismos ojos que nos miramos a nosotros mismos. La Farsa del Primero de Mayo se la dejamos a los que desean seguir viviendo en tal amalgama de falta de sentido común en la vida.

Nuestras felicitaciones a la Comunidad de Madrid por sus fiestas en torno al 2 de Mayo y al reconocimiento en su Centenario a D. Luis García Berlanga, Director de Cine, Humanista, que se harán en tales días. 

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