Ni los comunistas rusos de Stalin vinieron a salvar a la república, ni los nazis de Hitler a defender al pueblo español acosado por partidos y sus lideres políticos, simplemente a convertir a la nación en territorio de pruebas para una guerra total, y además cobrando por el trabajo canalla, chorros de oro, ingente cantidad de dinero y sangre derramada durante tres años y violencia emocional durante cuarenta años de dictadura de la mano de las Naciones Unidas -ONU-,…

…donde viven de cine delegaciones de un centenar de tiranos salvajes de medio pelo, que ayer, su secretario general, un portugués, fue a ver a Putin, después de dos meses largos de guerra brutal, de parecido estilo eslavo como la de los Balcanes.

España siempre ha sido objetivo prioritario, estratégico en las guerras europeas, excepto en la primera guerra mundial, pero sí en la segunda y se sospecha de esta de la invasión de Ucrania, de futuro opaco, una guerra que en parte se sostiene con miles de millones de euros de la Unión Europea que compra gas, petróleo y comercio, un error trágico de la clase política que no ha sabido discernir que Rusia, su gobierno brutal, es, era, el enemigo encubierto y aliado de la China comunista y sus satélites asiáticos, amén de una decena de naciones hispanas y africanas, ubicadas en un planeta en el que viven en penosas circunstancias unos tres mil millones de seres humanos en los umbrales de la pobreza, y donde se muere en una jodida calle a falta de pan y una vacuna millonaria.

Son los que nos miran con rabia y mueren matando, instrumentalizados por las grandes potencias del dinero fácil, sin entrar en debates, porque ya no lloran, se han acostumbrado o apenas sienten, porque el miedo inmoviliza y mata de mil maneras.

Ya no tenemos en nuestro país una primavera, sino el hartazgo, no florecen las flores de la esperanza, ni los bosques de la paciencia, ni una naturaleza humana sin el riego de la justicia, ni quedan apenas jardines para nuestros mayores. Se debate sobre la larga marcha de las mascarillas, la de los virus y la corrupción encadenada en los pesebres políticos, se calienta desde los medios que el pueblo inocente y harto organice sus botellones masivos, y en las carreteras, los atascos del antiguo milagro español, a la vista de la próxima campaña electoral.

Que los separatistas, orientados y armados electrónicamente por los rusos de Putin, lleven al Gobierno al paredón de los escándalos de un espionaje en un movimiento de involución cercano a la paranoia, y sufra la crisis económica y social de la que no salimos desde la segunda legislatura de Aznar. Ni amigos americanos, ni hermanos marroquíes, ni hijos hispanos americanos, solo primos hermanos de los portugueses que viven la siesta del borrego. Y las alegrías feministas de siete ministras que se tiran de los pelos, porque ninguna ha ido a Moscú a leerle la cartilla a los jerarcas de los misiles que matan a mansalva mujeres y niños, también hombres, pero sospechosos de ser tíos, machos alfa, peligrosos.

No quiero ser penoso, ni derrotista, ni fascista y por tanto acudo a la agudeza mental de JAVIER CERCAS, un hombre expansivo, un escritor riguroso y que no se escurre a las preguntas de una colega del diario EL MUNDO, cuando afirma: «No descartamos el riesgo de una tercera guerra mundial. Contra Putin no hay más alternativa que combatirle, como Hitler y Stalin, sólo entiende el lenguaje de la fuerza. Esta en verdad, es una guerra entre autocracia y democracia. El colapso de la otra Rusia, la de Putin, será la salvación de Europa. Es ya un cliché repetir aquella frase de JEAN MONNET según la cual la unión de Europa se forja a base de crisis.»

EPÍLOGO.- El desiderátum español preocupa a los aliados de España, la OTAN especialmente. El desmadre del CATALANGATE no es una maniobra tercermundista, sino el intento, peligroso, de incluir en la famosa COMISION DE SECRETOS OFICIALES a los compañeros y camaradas que apoyan al Gobierno sanchista, el conjunto de las regiones separatistas y el misil de BILDU, los herederos de ETA, que existe en la sombra, el segundo partido más votado en Euskadi, todos ellos, con Podemos, es decir populistas y comunistas, que apoyan emocionalmente la guerra de Putin, con sus amigos de China y Corea del Norte.

Los secretos del Estado, un setenta y siete por ciento relacionados con asuntos militares y el terrorismo sufragado por el Kremlin, Siria e Irán, darlos a conocer en las cumbres de los servicios españoles de inteligencia –CNI, GUARDIA CIVIL, MINISTERIO DE INTERIOR, ASUNTOS EXTERIORES Y EL CIFAS– es un tremendo error de juzgado de guardia en cualquier nación civilizada del mundo democrático, lo que genera recelo especialmente en la Casa Blanca, hasta el punto de que el presidente norteamericano, Biden, ha dejado de comunicarse con la Moncloa, otra cosa es la Zarzuela, que ayer en un paso adelante de transparencia dio a conocer el patrimonio del rey Felipe, dos millones y medio de euros, un capital al alcance de miles de nuestros políticos, incluyendo ex presidentes, ministros, presidentes regionales y alcaldes. En fin, hacer pipí y no echar gota.

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SP