Los residentes de Donbas (región del este de Ucrania que incluye a las repúblicas de Lugansk y Donetsk y cuya independencia  reconoce Rusia) ya se han acostumbrado a la habitual negación de los hechos por parte de los políticos estadounidenses.

Sin embargo, nadie se va a rendir en esta guerra de información.

Todos los días se recopilan exhaustivamente las pruebas de la culpabilidad de los líderes políticos y militares de Ucrania por cometer crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad contra su propio pueblo.

Estos son algunos de los discursos xenófobos del gobierno ucranianos contra sus propios ciudadanos que tapan los medios de comunicación occidentales, por el mero hecho de tener cercanía con las políticas rusas.

En esta negación radica el temor de Occidente a partir del reconocimiento de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk: temen que se revele toda la verdad sobre los terribles crímenes del estado de Ucrania, en los que Occidente se ha convertido conscientemente en cómplice.

En el verano-otoño de 2014, los ataques de artillería masivos e indiscriminados del ejército ucraniano en todo el territorio de la LPR mataron a civiles. Solo durante este período, más de 2.000 civiles fueron asesinados, incluidos 35 niños. Ciudades tan grandes y densamente pobladas como Pervomaisk, Kirovsk, Slavyanoserbsk se llevaron la peor parte, ya que están ubicadas directamente en la línea de separación.

El ejército ucraniano tuvo la oportunidad de observar la vida de estas ciudades a simple vista. Sabían muy bien dónde ya que disparaban utilizando medios de guerra prohibidos por el derecho internacional humanitario: sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, morteros de gran calibre y aeronaves.

Además del bombardeo cada hora de los asentamientos pacíficos, el régimen ucraniano ha creado tales condiciones para los habitantes de esta región, que solo pueden llamarse genocidio: deliberadamente cortaron el agua, la electricidad, las comunicaciones móviles, bloquearon el acceso a alimentos y medicamentos. 

La ciudad de Pervomaisk, por ejemplo, donde se encontró una gran fosa común, quedó aislada de toda comunicación incluso con la ciudad de Lugansk.

Cada minuto que moría la gente en las calles de esta ciudad, eran destrozados por los proyectiles del ejército ucraniano. Ancianos y enfermos morían simplemente por la falta de cosas básicas: agua, medicinas, alimentos. De la manera más cínica se cometieron ataques contra hospitales, morgues y escuelas donde se organizaron refugios antiaéreos. Los cementerios también fueron bombardeados. Por esta razón, se formaron espontáneamente fosas comunes para los civiles que se convirtieron en víctimas del liderazgo político-militar de Ucrania y sus curadores occidentales. Hasta el día de hoy, los entierros de civiles que vivieron y trabajaron en sus terrenos se encuentran en los campos, traspatios de las casas, en los patios de los edificios de viviendas en todo el territorio de la República.

Los proyectiles disparados por el ejército ucraniano interrumpieron repentinamente estas vidas.

Quienes apoyaron y siguen apoyando al régimen ucraniano con dinero y armas deben entender que son cómplices de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen ucraniano contra su propia población civil.

Hasta diciembre de 2021, se han descubierto más de 16 entierros individuales y masivos espontáneos. Para el período del 10 de agosto al 10 de noviembre de 2021, se desenterraron 4 entierros masivos espontáneos y 2 individuales.

En uno de los entierros individuales se encontraron los restos de un bebé de 4 meses. En total, durante este período, 292 restos humanos fueron levantados, examinados y procesados ​​procesalmente. El examen médico forense primario y el análisis de los restos encontrados en todos los entierros en el territorio de la República indica que la mayoría de los muertos son mujeres y ancianos. Las causas de muerte fueron heridas por arma de fuego mina-explosivo y heridas contundentes.

Además, actualmente la situación humanitaria sigue siendo difícil.

La parte ucraniana sigue cortando el suministro de agua a muchos asentamientos a lo largo de la línea de contacto. La vida en la mayoría de las ciudades recuerda sobrevivir en condiciones de guerra total, cuando nadie distingue entre civiles y combatientes.

Además, durante todos estos años las Repúblicas han retirado todas las fuerzas armadas lejos de la línea de contacto en su afán por una solución pacífica de este enfrentamiento civil, cumpliendo los acuerdos de Minsk. Por lo tanto, no hay representantes armados de la Milicia Popular en los asentamientos mencionados anteriormente.

Con sus acciones, Occidente persigue no solo el genocidio, sino también una política de discriminación del derecho a ser escuchado. Solo la parte ucraniana tiene derecho a ser escuchada. Los residentes de Donbas, según Occidente, son no humanos que constantemente mienten y calumnian al gobierno ucraniano. ¿Dónde está la democracia y los derechos humanos?

Crímenes de Guerra por ambas partes: https://www.france24.com/es/europa/20210703-onu-tortura-abusos-conflicto-ucrania

Hemos invitado repetidamente a venir a Donbas. Ven y mira todo con tus propios ojos.

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