«Solo hay una forma de controlar la Corte Suprema: sacar al Partido Republicano de su cargo de forma aplastante», escribió Soros.

El Día de la Independencia, el activista multimillonario George Soros declaró efectivamente la guerra a la Corte Suprema de los Estados Unidos y al Partido Republicano.

 “El público estadounidense se ha alarmado y despertado por el creciente extremismo de la Corte Suprema de EE. UU.”, escribió Soros en un artículo en su sitio Project Syndicate que fue  destacado por Gateway Pundit.

 “Pero los votantes deben reconocer a la mayoría radical de la Corte por lo que es: parte de un plan cuidadosamente diseñado para convertir a Estados Unidos en un régimen represivo”, escribió.

 Mientras tanto, los delitos violentos han aumentado sustancialmente en las principales ciudades con fiscales de distrito progresistas cuyas campañas fueron financiadas por Soros. Entre los fiscales se encuentra Kim Foxx del condado de Cook, Illinois, que ha registrado más asesinatos este año que cualquier año desde 1994.

 En su artículo de opinión, Soros acusó que “la democracia ahora está gravemente en peligro” y afirmó que “la amenaza para Estados Unidos de parte de los enemigos internos de la democracia es incluso mayor” que la amenaza de enemigos extranjeros como China y Rusia.

Los “enemigos domésticos”, dijo, incluyen una Corte Suprema “dominada por extremistas de extrema derecha y el Partido Republicano de Donald Trump, que colocó a esos extremistas en la Corte”.

 Soros se opuso en particular a la opinión mayoritaria del juez Samuel Alito en el caso de aborto de Mississippi que anuló la decisión Roe v. Wade de 1973 .

“Solo hay una forma de controlar la Corte Suprema: sacar al Partido Republicano de su cargo de forma aplastante”, escribió Soros.

 Reconoció que no será fácil derrotar a “los republicanos radicalizados”, que han “llenado la Corte Suprema y muchos tribunales inferiores con jueces extremistas”.

“En estados como Florida, Georgia y Texas, han promulgado una serie de leyes que hacen que votar sea muy difícil”, dijo, refiriéndose a las leyes de integridad electoral, como exigir la identificación del votante.

Afirmó que el objetivo no es asegurarse de que cada voto cuente, sino «privar de sus derechos a los afroamericanos, otras minorías y votantes jóvenes en general» en un esfuerzo por ganar las elecciones.

 “Debemos hacer todo lo que podamos”, escribió, “para evitar” que los republicanos retomen la mayoría en el Congreso este noviembre.

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