Agentes de la Policía Nacional detuvieron a principios de agosto a un argelino de veinte años como presunto autor el pasado mes de junio de la violación a una menor de trece años que se había fugado de un centro tutelado de Palma. El joven volvió a ser arrestado el pasado martes junto a un compatriota por una serie de hurtos en la zona de es Molinar. Los policías comprobaron que tenía una orden judicial que le prohibía acercarse a la Playa de Palma, donde habría cometido numerosos robos anteriormente. Tras la última detención se le ha ampliado la zona vedada hasta el centro de Palma.

La agresión sexual a la menor ocurrió en la madrugada del pasado 10 de junio en un domicilio de la barriada de Son Gotleu. La víctima era una menor de trece años que no había vuelto al centro tutelado donde reside.

Cuando regresó a la mañana siguiente al centro, la adolescente manifestó que había estado con un joven, que la había conducido a la fuerza a su domicilio y una vez allí la había violado.

 La Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional de la asumió la investigación del caso, y logró identificar al presunto violador, un joven argelino con numerosos antecedentes policiales por hurtos. Finalmente, el pasado 4 de agosto, una patrulla de la Policía localizó y detuvo al sospechoso como presunto autor de la agresión sexual a la menor.

El delincuente quedó en libertad y el pasado martes fue arrestado de nuevo junto a un compatriota de 21 años como presuntos responsables de una serie de hurtos en es Molinar.

Los hechos, según informa la Policía, ocurrieron sobre las cuatro y media de la tarde. Una patrulla reconoció a dos conocidos delincuentes que mantenían una conducta extraña, como si intentaran ocultar algo entre dos coches, Al ver a los agentes los sospechosos emprendieron la huida. Los policías salieron tras ellos y les interceptaron. Posteriormente comprobaron que lo que trataban de esconder eran cuatro patinetes elécricos y un teléfono móvil.

Al cachearles encontraron dos teléfonos móviles, relojes y una cadena de plata. Uno de los teléfonos había sido denunciado como robado. Un testigo manifestó posteriormente que les había visto romper las cadenas de varios patinetes para sustraerlos. Los dos sospechosos fueron detenidos.

Uno de los ellos, el acusado de la violación de la menor, tenía ya una orden judicial que le prohibía acercarse a la zona comprendida entre Can Pastilla y s’Arenal de Llucmajor, donde habría cometido anteriormente numerosos hurtos. Tras ser puesto a disposición judicial se le amplió la zona vedada hasta la Catedral de Palma.

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