Luego de la pandemia por coronavirus que paralizó al planeta entero no solo por los contagios y muertes, sino por medidas restrictivas emanadas desde distintos gobiernos —para limitar el libre desenvolvimiento de los  ciudadanos— ahora surgen predicciones de futuras enfermedades globales, iguales o peores que la anterior.

El empresario Bill Gates es uno de los voceros de estas advertencias junto al multimillonario George Soros. Se ha encargado de remarcarlo en entrevistas y en eventos como el Foro de Davos. En mayo de 2022 predijo una variante «más fatal» y aprovechó de promover la vigilancia global de la Organización Mundial de la Salud (OMS), servil a China. Pero lo cierto es que en 2015 ya hablaba de que el mundo no estaba preparado para una nueva enfermedad a gran escala.

Ahora, el fundador de Microsoft mencionó a la BBC que la próxima pandemia será artificial. Es decir, será por la vía del bioterrorismo. Probablemente las críticas en su contra se aviven de nuevo, porque sus detractores ya lo acusan de usar la enfermedades para «poner a la gente en fila» y así «avanzar en su agenda». Una que propone instaurar el globalismo y por ende, reducir las libertades democráticas de los ciudadanos y sus derechos humanos.

“Debemos estar listos a cualquier precio para frenar desastres como ataques terroristas de viruela. (…) ¿Y si un bioterrorista llevase la viruela a 10 o más aeropuertos? Hay epidemias causadas de forma natural, y otras provocadas por bioterrorismo que incluso podrían ser peores que las que experimentamos hoy en día”, insinuó.

Gates, segundo mayor donante de la OMS
Gates dio una serie de argumentos para justificar el porqué cree que la próxima pandemia llegará con el bioterrorismo. Sin embargo, hay dudas respecto al objetivo de su comentario, quienes cometerían el delito y de cuál estudio surge tal afirmación. No dijo en qué año espera ver tal acontecimiento, pero hace unos meses mencionaba al “SEERS 2025” (síndrome respiratorio epidémico grave por enterovirus) que podría matar a 20 millones de personas.

Es decir, son muchas advertencias de parte de un empresario que además segundo mayor donante mundial de la OMS a través de la Fundación Bill y Melinda Gates. La organización internacional quedó en evidencia durante la pandemia cuando permitió que China limitara las investigaciones del origen del coronavirus. Adicionalmente, actuó lentamente mientras se disparaban el número de casos, sin declarar la emergencia mundial.

El fundador de Microsoft mencionó en la misma entrevista que si bien espera publicar para 2026 un libro titulado «Estamos listos para la próxima pandemia», él asegura que falta preparación. “No estamos tan activados como creo que deberíamos estarlo”, insistió. Infundir el terror es uno de los señalamientos que pesan sobre sus hombros de parte de expertos y analistas políticos, ya que aplicar ese recurso da pie a tener sociedades paralizadas que permiten al Estado de hacer lo que quiera.

En consecuencia, que Bill Gates hable sobre una pandemia por bioterrorismo, reforzaría la coartada que promueve el Foro de Davos para «salvar al mundo».

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