El Gobierno interino de Bulgaria anunció que el país balcánico veta de forma temporal la importación de grano y otros alimentos de Ucrania, una medida con la que se une a Polonia, Hungría y Eslovaquia.

 “Estamos obligados a adoptar esta medida nacional mientras la UE busque una respuesta adecuada a los ‘corredores de la solidaridad’ que se crearon con otro objetivo», dijo el primer ministro búlgaro, Galab Donev.

«Como resultado (de esos corredores) considerables cantidades de alimentos se quedaron en el país y quebraron cadenas claves de producción y suministros (locales)”, agregó el mandatario.

 Sofía prohíbe la importación de trigo, girasol y maíz de Ucrania, además, según la lista propuesta por el ministerio de Agricultura, también incluye miel, leche cruda y en polvo, frutas y verduras, huevos, y carne de pollo, res y cerdo.

 Esta prohibición, en vigor entre el 24 de abril y el 30 de junio, no se aplicará para el tránsito de productos agrícolas desde Ucrania con destino final en terceros países.

El ministro de Agricultura, Yavor Gechev, citado por la privada bTV, dijo que Bulgaria teme que su mercado agrícola se sature con la entrada de producción ucraniana.

«Tenemos producción de varios millones de euros. Si no tomamos medidas adicionales, será difícil venderla y sufriremos pérdidas serias”, dijo el ministro.

“Cuando un país miembro tiene problemas, toda la UE tiene problemas, y nosotros preservamos el tránsito de bienes a través de Bulgaria hacia terceros países”, añadió.

Según las autoridades búlgaras, los cereales y productos agropecuarios de Ucrania que se encuentran almacenados sin vender tienen un valor de unos 2.000 millones de euros.

Las pérdidas directas que han sufrido hasta ahora los productores locales rondan entre 400 y 450 millones de euros, mientras la ayuda europea ofrecida por ahora asciende apenas a 16 millones de euros.

Bulgaria registró en 2022 una cosecha de 6,3 millones de toneladas de trigo, algo menos que la producción récord de 7 millones de toneladas alcanzada en 2021.

Además produce alrededor de 2 millones de toneladas de semillas de girasol al año, estando un estimado 90 % almacenado ante la fuerte entrada de productos ucranianos, según los productores.

Según el ministerio de Agricultura, las importaciones ucranianas libres de aranceles han provocado un derrumbe de los precios de trigo y de semillas de girasol.

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