Pedro Sánchez, no explica quien nombrará ahora a los magistrados del Tribunal Supremo y de los Tribunales Superiores de Justicia, pero asegura que se inspira en la propuesta de Vicente Guilarte, presidente del órgano de gobierno de los jueces.

El jefe del Ejecutivo insiste, tras el ultimátum que dio al Partido popular, en que la situación de bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es "inaceptable". "La reforma pretende liberar al CGPJ del secuestro político", expresaba el presidente Sánchez en una rueda de prensa en La Moncloa. Y culpa al PP de ese "secuestro político". A su vez lamenta que es un órgano que lleva "demasiado tiempo sumido en una parálisis".

El ultimátum de Sánchez fue el siguiente: si no aceptaban negociar el nombramiento de los nuevos vocales antes de final de mes, retiraría al CGPJ la facultad de nombrar magistrados del Supremo y de los Tribunales Superiores de Justicia.

Los socialistas proponían una reunión para dialogar la renovación entre ambos partidos, sin embargo, los 'populares' quieren que en el encuentro esté presente la Comisión Europea.

¿Quién nombrará a los jueces?
Si finalmente Pedro Sánchez cumple lo dictado y retira al Consejo General del Poder Judicial la potestad de nombrar a los jueces del Tribunal Supremo y los tribunales superiores de justicia, ¿Quién será el encargado de nombrarlos?

Por el momento, Sánchez descarta que esa facultad pase a las manos del Gobierno de España y dice que se están "inspirando" en las propuestas que se han puesto encima de la mesa "entre ellas la del actual presidente del Consejo General del Poder Judicial".

Guilarte: No es admisible que el Gobierno influya
El presidente Vicente Guilarte ve "inadmisible" que el Gobierno influya en las decisión de designación de jueces. Si el Gobierno influyera, estaría cruzando la división de poderes.

Por eso, pide aclaraciones al presidente socialista sobre los nombramientos y apunta a que deben "persistir residenciados en el CGPJ por imperativo de la lógica constitucional" y que "no es en ningún caso admisible propiciar cualquier zona de influencia del Gobierno".

Guilarte propuso que los nombramientos del Supremo los designase "una comisión cualificada mayoritariamente compuesta por vocales y por magistrados" del propio tribunal, presidida por un vocal del CGPJ, magistrado del Supremo o por un especialista en la materia con nivel de cualificación similar a la del magistrado, sino lo hubiere.

En total, la comisión estaría formada por "cinco miembros de un nivel de calificación parangonable con la plaza que se saca a concurso" y los vocales del CGPJ solo formarían parte de la misma si reúnen "la específica capacitación para valorar los méritos de los candidatos".

Además, advierte que por cada año que el CGPJ no se renueva el Tribunal Supremo acumula "mil asuntos de retraso". Por ejemplo, plazas sin convocar y paralización de la carrera profesional de jueces y magistrados. "Tenemos sin cubrir el 30% de las plazas del TS...", afirma.

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