Un centenar de jóvenes contagiados con COVID-19 en España han llegado este viernes a la ciudad belga de Gante. Se infectaron estando de vacaciones. Les han permitido regresar a casa bajo estrictas condiciones de seguridad. Ha sido un viaje duro, de 14 horas, en especial para algunos de ellos que no se sienten bien.

"Fue agotador. Me siento bastante enfermo -comenta un chico-. Apenas pude dormir. No fue muy agradable".

"Todos han dado positivo -explica Louise Hermans, portavoz de la empresa de transporte-. Los últimos dos o tres días ha habido algunos jóvenes que han estado en cama, realmente enfermos. Pero en este momento están bastante bien".

Los jóvenes tienen que permanecer ahora en cuarentena, aislados de sus familias. Los padres han tenido que buscar soluciones.

"Van a ir a casa en bicicleta, porque no se les permite ir en nuestro coche, para evitar el riesgo de contagio. Luego estarán 10 días en cuarentena. Nosotros nos quedaremos con unos amigos", explica una madre.

"Ellos van en mi coche y se van a quedar en cuarentena en un piso -explica otra madre-. Nosotros vamos para casa en otro coche. Es una pena que tenga que ser así. Si miro hacia atrás, pienso que no fue una buena idea. Deberían haber concelado el viaje, sabían que había riesgos. Así que muy mal".